El rector de la Complutense defiende el sistema de oposiciones

El rector de la Universidad Complutense, Ángel Vian Ortuño, hizo ayer una defensa del actual sistema de oposiciones para el acceso a la docencia universitaria en el discurso pronunciado con motivo de la inauguración oficial del curso 1978-79. «Me atrevo a arrostrar -dijo el señor Vian- la impopularidad de decir que, si no perfecto, es el mejor de los posibles» y añadió que no es verdad que el sistema de oposiciones actual sea memorístico ni apabullante ni esterilizador, y que «sí no hubiera sido por el método público y competitivo de la oposición, probablemente no hubieran tenido sitio en la Universidad, por ejemplo, Ortega, Menéndez Pidal, Jiménez Asúa, Besteiro ... »

Con referencia al proyecto de ley de autonomía universitaria, el rector de la Complutense criticó la separación del sector académico del administrativo, y afirmó categóricamente que él ha defendido y defenderá que el consejo económico administrativo previsto en el anteproyecto no exista. En base a que la autonomía debe girar en torno a una soberanía ejercida por la sociedad, propugnó «un consejo social que, por representar a la sociedad, tuviera capacidad de fiscalizar y definir en todos los terrenos la vida universitaria».Previamente, el señor Vian Ortuño había hecho un análisis del curso 1977-78, del que dijo que había sido el mejor desde 1955. «El cambio político -dijo-lo hemos vivido los universitarios en un clima de respeto mutuo y hacia la Universidad. Los líderes políticos no han querido agitar la Universidad como medio de presión, por lo que merecen nuestro reconocimiento.»

Por otra parte se refirió al «hecho político negativo», que supuso el olvido de la Universidad en el pacto de la Moncloa, que «nos excluyó expresamente de participar en las inversiones atribuidas al Ministerio de Educación y Ciencia. Juzgando por la crítica que oyen sobre nosotros, hechas por nosotros mismos, han creído los políticos, al parecer, que no merecemos nada, que no tenemos remedio».

No faltó al solemne acto inaugural del curso, que estuvo presidido por el presidente de las Cortes, Antonio Hernández Gil, la ya casi tradicional presencia de estudiantes en manifestación de protesta. Se trató, en esta ocasión, de sendos grupos de manifestantes de las facultades de Medicina y de Ciencias de la Información. Estos últimos para pedir que se abra de manera inmediata la facultad, que como se sabe permanece cerrada desde finales del pasado curso como consecuencia de haberse visto afectados sus cimientos por la rotura de conductos subterráneos de aguas.

En cuanto a los estudiantes de medicina, protestaban por los graves perjuicios que va a ocasionar a los alumnos del plan de 1967 los procedimientos de convalidación de asignaturas. Los estudiantes de los cursos últimos de la carrera, al parecer, se verán obligados a repetir asignaturas ya aprobadas y, en definitiva, se les prolongará la duración de los estudios en dos años.

Estos estudiantes, que pedían a gritos la dimisión del decano de la facultad de Medicina a las puertas de la Universidad de San Bernardo, donde se había celebrado el acto, dialogaron durante unos instantes con el señor Vian, quien les recriminó esta forma de protesta, si tan sólo hacía veinticuatro horas que le habían dirigido un escrito exponiendo el problema, que él iba a estudiar y tratar de resolver en estricta justicia.