_
_
_
_

Duros ataques de Brejnev contra Carter y la Casa Blanca

Un ataque directo y a fondo contra los acuerdos de Camp David y otro de carácter general contra la política de la Casa Blanca respecto a la URSS lanzó en la mañana del viernes el supremo dirigente soviético, Leónidas Brejnev. Los ataques de Brejnev contra Camp David, como la violenta campaña de prensa que se está desarrollando al respecto en la URSS, incluyen el actual viaje disuasorio del secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, mientras la diplomacia soviética redobla sus esfuerzos para vincularse más estrechamente a los representantes del Frente de la Firmeza, reunidos en lo que se podría llamar la «anticumbre» de Damasco, y alienta la actitud de condena o crítica en los demás países árabes, incluso los considerados «moderados» como Jordania, Arabia Saudita y Túnez.

Luego dijo Brejnev, «el método de acuerdos separados entre bastidores tiene la clara intención de dividir a los árabes, lanzarlos unos contra otros e imponerles los términos de arreglos que convienen al agresor. Todo ello -insistió Brejnev- sólo puede producir la ilusión de un arreglo, sea cual sea el "marco" usado para el contubernio separado que encubre la capitulación de una parte y consolida los frutos de la agresión de Israel, lo cual sólo puede hacer la situación en Oriente Próximo aún más explosiva».«Se están haciendo intentos -dijo en referencia al viaje de Vance- de obligar a los demás participantes en el conflicto del Oriente Próximo a sucumbir ante este acuerdo, que se elaboró a sus ,espaldas y contradice sus intereses.»

Brejnev insistió en que sólo hay una solución: la evacuación total de los territorios ocupados por Israel y el reconocimiento de los derechos palestinos a formar un Estado propio y seguridad para todos los países, incluido Israel.

Más duro aún fue el ataque contra la política actual de Estados Unidos respecto a la URSS en general. Brejnev atribuye la agravación de la situación internacional a la incapacidad de los círculos imperialistas más duros de aceptar la nueva correlación de fuerzas, ya sus intentos por lograr una superioridad militar agitando el «mito» del peligro militar soviético.

«El afán de actuar desde posiciones de fuerza -se preguntó Brejnev-, ¿no es acaso la causa del fracaso hasta ahora en concluir el proyecto de un acuerdo con Estados Unidos, mutuamente aceptable, sobre limitación de armas estratégicas ofensivas?» Brejnev aseguró que la distancia no es ni mucho menos tan grande, y que podía ser superada perfectamente con buena voluntad y sabiduría de estadista. Pero ello no conviene a quienes propugnan una nueva "guerra fría".

«Las cosas han llegado ya al punto que Estados Unidos ha cancelado contratos firmados. También se ha iniciado una reducción de lazos en el campo científico-técnico y otros. Washington ha comenzado desvergonzadamente, aunque con poco éxito, a presionar a sus aliados para que la imiten.»

El máximo representante del Estado y el Partido Comunista, soviéticos desahogó así lo que numerosos analistas consideran presión que alcanza puntos peligrosos en la caldera de la política exterior soviética. La diplomacia de la URSS observa con la mayor atención las reacciones árabes negativas ante los resultados de Camp David, y sobre todo en el Ministerio de Exteriores ven con gran satisfacción las ínformaciones que llegan de Damasco, donde los máximos líderes de Siria, Libia, Argelia, Yemen Democrático y la OLP no sólo parecen atraer a su Frente de Firmeza a Hussein de Jordania y otros dirigentes «moderados», sino que han declarado abiertamente que el estrechamiento de lazos con la URSS es esencial para torpedear los acuerdos de Camp David.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_