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Aumento alarmante de las muertes violentas, accidentes y suicidios

Las muertes debidas a causas externas, tales como accidentes, suicidios y violencia en general, han sufrido un incremento importante en los últimos años en la región europea, mientras desciende progresivamente la mortalidad por enfermedades de origen infeccioso o las de tipo degenerativo crónico, según se señala en un informe elaborado por el doctor Leo A. Kaprio, director regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud, que será presentado en la reunión de Londres que se inaugura mañana.

Tras considerar que se mantiene en un nivel favorable la situación sanitaria de la región, que engloba a países con índices de desarrollo muy diversos, el informe hace hincapié en algunos aspectos significativos de las últimas transformaciones operadas en el terreno sanitario. Mientras la esperanza de vida se sitúa actualmente para las mujeres entre los setenta y los 78 años, y entre los 66 y los 72 años para los hombres, un descenso muy marcado de la natalidad, especialmente en algunos países, ha hecho variar sensiblemente la pirámide de edades de la población europea. Así, entre 1950 y 1970, la proporción de personas de más de sesenta años ha aumentado un 30% y la de personas de setenta años en un 40%. Este fenómeno tiene una clara incidencia sobre la sanidad, por cuanto exige unos determinados servicios médico-sociales tanto para los miembros de la tercera edad como para los niños, preocupación esencial de la OMS, una vez conseguido un espectacular descenso de las cifras de mortalidad infantil.Los adelantos en la asistencia sanitaria son la causa de que la población europea, a pesar de todo, haya continuado aumentando al conseguir erradicar una gran cantidad de enfermedades hasta ahora devastadoras. No obstante, el informe señala la importancia del medio ambiente en el mantenimiento de la salud, manifestando su preocupación por la creciente contaminación de aguas, suelo y atmósfera, especialmente en los países menos desarrollados, que cuentan con inferiores medios de depuración del medio ambiente. La tensión que produce en el individuo la vida en las grandes ciudades, los ruidos y los malos alojamientos tienen también una incidencia clara en dos de las grandes plagas de la sociedad actual: los accidentes y los transtornos psíquicos. Ambos aspectos, junto con las enfermedades de tipo degenerativo crónico, que se inscriben en un complejo contexto de causas y que exigen un tratamiento multidisciplinar, constituyen uno de los máximos, objetivos de la medicina preventiva.

La gravedad que representan las muertes por causas externas, tales como accidentes, envenenamientos o traumatismos es particularmente intensa en el caso de la población infantil y juvenil. Mientras en el contexto de la población total apenas representan un 5%, entre los niños de uno a cuatro años son, en la mayoría de los países, la principal causa de muerte, mientras que entre los niños de cinco a catorce años llega a constituir el 40% de los fallecimientos y el 50% de los hombres entre los quince y los 44 años. Esta causalidad es totalmente distinta entre las mujeres, que mueren principalmente de enfermedades cardio-vasculares y tumores malignos. En lo que se refiere a las enfermedades mentales, el informe de la OMS señala la existencia de por lo menos un millón de pacientes internados en los hospitales psiquiátricos de la región europea en bi4se a leyes absolutamente superadas, si bien considera que la tendencia es a tratar los trastornos de este tipo en el marco de la colectividad.

El informe del profesor Kaprio reconoce, sin embargo, las enormes diferencias que existen entre los 32 países que constituyen la región, algunos de los cuales se encuentran en niveles bajos de desarrollo.

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