El eurocomunismo vuelve a condenar la intervención de la URSS en Praga

Los partidos eurocomunistas de España, Francia e Italia han reiterado su condena de la intervención de las fuerzas del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia, a través de sus órganos de prensa oficiales, Mundo Obrero, L'Humanité y L'Unita, respectivamente, en los que se recuerdan los acontecimientos de los que ahora se cumplen diez años.

Mundo Obrero, órgano del Comité Central del PCE, en un extenso artículo titulado «¿Por qué?», insiste en que, desde el primer momento de la intervención, manifestó su opinión contraria a tal acción, por estimar que la solución de los problemas de Checoslovaquia corresponden al partido y al pueblo de Checoslovaquia.El citado órgano pone de relieve la «conexión profunda entre la vía buscada en aquella "primavera" y el proyecto de socialismo en libertad, denominado eurocomunismo».

«Han transcurrido diez años más y la situación checoslovaca no se ha normalizado. Aclaremos: para los revolucionarios, para los comunistas, normalizar la vida política, social y cultural, la vida en una palabra, es necesario que los pueblos, las fuerzas del traba o y de la cultura decidan democráticamente, en libertad social y política, sus propios destinos», escribe Mundo Obrero, que, recuerda que los dirigentes; de la «primavera de Praga» han sido amordazados y que centenares de miles de comunistas checos han sido expulsados de su partido, mientras las tropas soviéticas aún permanecen en Checoslovaquia.

Por su parte, L'Humanité recuerda también su condena de hace diez años y reclama la amnistía y rehabilitación de todos los ciudadanos perseguidos a raíz de los acontecimientos de 1968. Afirma que diez años después «la llaga sigue abierta en lo más profundo del movimiento comunista y obrero».

Nota discordante en Francia con relación a esta posición oficial ha sido la de una, personalidad influyente dentro del PCF: la señora Jeannette Vermeersch, viuda del que fue secretario general del partido, Maurice Thorez. En un artículo publicado en Le Monde, la viuda de Thorez reafirma su pro sovietismo y mantiene que ha sido positivo el balance de la ocupación soviética de Checoslovaquia, «adaptando a este país a una nueva etapa en la construcción del socialismo».

Por otro lado, comunistas independientes franceses consideran en privado que es «intolerable» que los partidos comunistas occidentales hayan reconocido al Partido Comunista checoslovaco impuesto por la URSS. Subrayan la excepción del Partido Comunista de España, «que es el único que continúa considerando representativos a los comunistas purgados militarmente».

En Italia, aparte de la condena del PCI a través de L'Unita, órgano de su comité central, la confederación de sindicatos, que aglutina las centrales comunistas, socialistas y democristianas, denuncia la represión en Checoslovaquia, tras la intervención militar de hace diez años.