Una buena idea desaprovechada
Capricornio Uno está construida sobre una divertida hipótesis que, al menos una vez, ha estado en la mente de todo horrible de nuestra época. ¿Y si las imágenes del primer hombre que pisó la Luna no fueran sino hábil trucaje cinematográfico, perfectamente factible, por otro lado? Peter Hyams ha hecho suya esta monumental broma, pero trasplantándola al primer vuelo a Marte. Los autores de la broma -sin ninguna gracia, por cierto- son un reducido grupo de altos ejecutivos de la NASA, con lo cual queda a salvo tanto la dignidad nacional de EEUU como la ética particular de los tres frustradosy manipulados astronautas.La película intenta agradar e interesar, pero sus fallos son excesivos. Hyams no controla las elipsis y los continuos saltos de tiempo despistan continuamente al espectador, ya que los personajes retoman una conversación en el mismo punto en que la dejaron un mes antes. Por otro lado, algunos de los personales más atractivos y que más juego podían dar a la historia son absolutamente desaprovechados, así el joven científico que descubre el fraude -casualmente amigo del periodista protagonista- o el personaje de Karen Black, cuya fugaz aparición sólo es justificable por el placer de verla, aunque sólo sea unos instantes.
Capricorne One
Guión y dirección: Peter Hyams. Fotografía: Bill Buller. Música: Jerry Goldsmith. Intérpretes: Elliott Goulid, James Brolin, Sam Watersion, Hal Holbrook, Brenda Vaccaro, Karen Black y Telly Savalas. Norteamericana, 1979. Local de estreno: Gran Vía
El error más grave de Hyams es no haber desarrollado el humor latente en la anécdota original. De haberlo hecho, Capricornio Uno podía haber sido una estupenda comedia de acción.
Del reparto cabe destacar a Sam Waterston, ya que Karen Black -como he dicho- sabe a poco y Elliott Gould se imita descaradamente a sí mismo.
Babelia
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