_
_
_
_

Polémica sobre la participación comunista en el Gobierno italiano

Ayer fueron difundidas dos declaraciones vinculadas con la polémica en torno a la participación del Partido Comunista italiano en la vida política del país. El ministro de Industria demócratacristiano, Carlo Donat-Cattin, se refirió al tema en una entrevista concedida al diario Gazzetta del Popolo. Otro tanto ha hecho Giuseppe Romita, secretario del Partido Social Demócrata italiano (PSDI). Ambos coinciden en rechazar esa participación.Mientras que el demócratacristiano Donat-Cattin ha manifestado que «es necesario volver al esquema de una robusta mayoría y una robusta oposición», Romita opinó que «la participación comunista en el Gobierno crearía insuperables problemas políticos».

La vida política italiana concluyó -antes de la pausa de agosto- con un interrogante polémico en el seno de la mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno demócratacristiano de Giulio Andreotti: ¿Más allá de formar parte de la mayoría, puede o debe el Partido Comunista participar en el Gobierno?

Donat-Cattin planteó tres hipótesis sobre las cuales decidir: «Permanecer en la opción occidental, con todas las alianzas políticas y militares que ello implica permanecer en la opción institucional con la relación entre mayorías y minorías, o, finalmente, optar por llevar adelante una relación de confrontamiento con el PC y un diálogo con las fuerzas políticas intermedias, en particular con el Partido Socialista.»

Las hipótesis de Donat-Cattin tienen dos características funda mentales: en ninguna de las tres aparece el PC con un rol decisivo o con la posibilidad de modificar la situación actual de participación en la mayoría parlamentaria. El segundo elemento es la sugerencia de privilegiar la relación con el PS. Dicho por un miembro del partido gobernante, significa que serían los socialistas y no los comunistas los que deberían convertirse en los principales interlocutores de la Democracia Cristiana.

Para el secretario socialdemócrata Romita las razones para no permitir el ingreso del PC en el Gobierno son de política internacional: la persecución en la Unión Soviética contra los disidentes, el avance de China sobre Europa -lo cual podría llevar a la URSS «a reacciones difíciles de evaluar».

Sin embargo, Romita manifiesta que para apoyar ese «no» al PC, el Gobierno y las otras fuerzas políticas deben cumplir una serie de condiciones: mayor eficiencia del poder ejecutivo, mayor dinamismo y coordinación entre la mayoría, gradual formación dentro de ella de un nuevo equilibrio. «Esto y no otra cosa es lo que pide el PCI, que por otra parte no pone el énfasis -en medio de agosto- sobre su participación en el Gobierno», es la respuesta contenida en un artículo publicado ayer en el órgano central del Partido Comunista, L'Unitá.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_