La oposición boliviana pasará a la acción
La oposición boliviana, encabezada principalmente por Hernán Siles Zuazo, Víctor Paz Estensoro y René Bernal, ha advertido que «pasará inmediatamente a la acción» si en un plazo breve el Gobierno de facto del general Juan Pereda no convoca nuevas elecciones en el país. De esta forma, los partidos que mayor número de votos obtuvieron en los frustrados comicios del 9 de julio han rechazado de forma inequívoca la situación surgida el día 21, con el incruento golpe de Estado del general Pereda. Salvo los sucesos de Yungas, aún no suficientemente aclarados (en los que, al parecer, enfurecidos campesinos se enfrentaron,al ejército y a la policía), la situación boliviana, en cuanto al orden público, es de normalidad y calma. No así la política ni aun la militar.
Ayer mismo se celebraron en todas las guarniciones del país reuniones de los oficiales con sus correspondientes superiores. Según fuentes solventes, el golpe del general Pereda, apoyado casi desde el principio por los más altos responsables de las fuerzas armadas bolivianas, no contó con las simpatías de los oficiales más jóvenes, de teniente coronel para abajo. El malestar por la nueva situación se ha dejado ver en los cuarteles, y esa es la razón por la que la oficialidad ha recibido explicaciones de la actitud de apoyo de las FFAA a Pereda.
En el terreno político, no son menores las dificultades de Pereda. A las reticencias mostradas por Estados Unidos y Venezuela (países que aún no han reconocido oficialmente el nuevo Gobierno) debe sumar las dificultades en su propio país. Hay constancia de los problemas que el general Pereda tuvo para elaborar la lista de su gabinete ministerial. Figuras de marcado matiz integrista, teóricos apoyos de un Gobierno de facto, se han negado a aceptar carteras de ministro.
Pereda ha sido categórico con respecto a las peticiones de la oposición. Nada de elecciones, al menos antes de dos años. El joven general, 47 años, se considera un presidente constitucional, a pesar de que la Corte Electoral anuló las elecciones en las que él se apoya por evidentes constancias de fraude generalizado, y se ha manifestado dispuesto a llevar adelante su mandato.
No le será muy fácil hacerlo. Los observadores de la realidad boliviana estiman que si se produce un aislamiento exterior y la oposición, crecida tras las elecciones, articula un clima permanente de protestas, Pereda no tendrá más salida que aceptar las presiones de sus oponentes o (y este es el mayor temor de muchos) desatar la represión indiscriminada.
Prudentemente, la mayoría de los dirigentes políticos de oposición siguen residiendo fuera de sus domicilios habituales y aparecen tan solo en ocasión de ruedas de prensa o encuentros políticos con correligionarios.
