Oposición a un radiotelescopio en Sierra Nevada

La instalación en las cumbres de Sierra Nevada por parte de la entidad científica francoalemana IRAM (dedicada al estudio y desarrollo de la radioastronomía en microondas) de un radiotelescopio con antena parabólica dé más de treinta metros de diámetro, que entrará en funcionamiento a partir de 1982 y sería la mayor del mundo en su género, está siendo actualmente objeto de una documentada campaña de oposición por parte de un grupo de montañeros y ecologistas granadinos.Éstos consideran que «destrozar, en nombre de la ciencia, la tercera altitud máxima peninsular (el pico del Veleta) en un macizo de tan escasa extensión como Sierra Nevada, sería un ataque en bloque a toda la sierra y una sena amenaza para su actual equilibrio ecológico y paisajístico».

Teniendo en cuenta los fuertes vientos que con frecuencia soplan en la divisoria de la sierra durante todo el año, los cimientos para el soporte de la antena y edificios anejos supondrían, según los promotores de la campaña, un barrenado y unas cantidades industriales de cemento que, a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar y en una estructura cristalina excepcional, harían peligrar, sin duda, la obra geológica de millones de años. Por otro lado, los trabajos de instalación del radiotelescopio precisarían de una maquinaria especial, así como la utilización de carreteras actualmente no existentes y que sería necesario construir en plena sierra, aumentando con ello las posibilidades de su paulatina y rápida degradación.

Como alternativa al proyecto, los ecologistas y montañeros granadinos que encabezan la campaña de oposición al mismo señalan otros posibles lugares para el emplazamiento del radiotelescopio, unos cientos de metros por debajo del Veleta, donde el cielo y la atmósfera mantienen la misma limpieza y claridad que en las cumbres.