Reticencias entre los partidos catalanes ante la entrevista Cavero-Tarradellas

Ayer se efectuó la inesperada visita del ministro de Educación y Ciencia, Iñigo Cavero, al presidente de la Generalidad. Fuentes parlamentarias confirmaron plenamente que la visita se enmarcaba en un intento de rebajar el contenido del decreto sobre la obligatoriedad de la enseñanza de la lengua catalana, aprobado por el Consejo de Ministros del pasado 23 de junio pero pendiente aún de publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Partidos parlamentarios intentaron, al saber, en el último minuto, que se iba a efectuar la visita, que ésta no se llevara a cabo. Como es bien sabido, Tarradellas acepta que la enseñanza del catalán sea meramente optativa, mientras que los partidos parlamentarios se inclinan por la obligatoriedad de la misma.

Además de las reticencias de Tarradellas, existen las propias de Iñigo Cavero, quien ha estado buscando fórmulas más o menos alambicadas para disminuir lo que fue un logro de los parlamentarios catalanes en su negociación directa con Adolfo Suárez, dentro del marco del consenso constitucional. Una de estas fórmulas consiste en la posibilidad de que las notas obtenidas por los alumnos no catalanes en la futura disciplina de lengua catalana no sean computadas dentro de la evaluación general.

Fuentes responsables indicaron que el partido de Jordi Pujol es dispuesto a retirarse del Parlamento en el caso de que no fuese promulgado de inmediato el decreto ya aprobado por el Consejo de Ministros. Dicho partido consideraría que ello implicaría una grave violación de todo el largo proceso de colaboración parlamentaria entre UCD y la Minoría Catalana.

La situación que se crearía con la hipotética retirada del Parlamento de la Minoría Catalana sería tan grave que las mismas fuentes indicaron que, ante esa alternativa, Adolfo Suárez optaría sin duda alguna por la rápida promulgación del decreto ya aprobado, prescindiendo totalmente de los criterios de Tarradellas y de Iñigo Cavero.

La sensibilidad de la Minoría Catalana sobre este tema de la obligatoriedad del catalán es evidente. Puede afirmarse que, de producirse efectivamente el paso atrás que podía presuponer la entrevista de ayer entre Cavero y Tarradellas, se produciría un auténtico cataclismo interno dentro del partido de Jordi Pujol. Por ello, los parlamentarios de la Minoría Catalana jugarán, sobre este particular, tan fuerte como sea necesario, en la perspectiva de lograr la inmediata promulgación del decreto, así como de las disposiciones reglamentarias que deberán desarrollarlo.

No cabe duda que esta inesperada y oficialmente inexplicada visita de Cavero a Tarradellas incrementará las claras discrepancias entre la Minoría Catalana y el presidente de la Generalidad. Ello acentuará el ya intenso deseo de todas las fuerzas parlamentarias catalanas de lograr una rápida promulgación de un estatuto de autonomía de Cataluña que ponga fin a la actual Generalidad provisional que preside Tarradellas.