¿Realidad o ficción?
AUGUSTO M. TORRESPekín, 1911. El emperador, Dueño del Sol, Hijo de] Cielo, El, ha muerto hace tres años. El poder se reparte entre su viuda, la emperatriz, y el regente. Atentados, bombas, sublevaciones. La caída del milenario imperio está cerca.
Médico, viajero y escritor, el francés Víctor Segalen ( 1878-1919) vive en las cercanías del palacio imperial. Su curiosidad le lleva a rodearlo, a tratar de penetrar en él, a buscar información. Jarignoux, un vecino francés que vive de acuerdo con las costumbres chinas, Wang, un chino que le da clases de pekinés, y René Leys, el hijo de un tendero belga que también le da clases de pekinés, son sus amistades y sus principales medios de conocimiento del país.
René Leys
Víctor Segalen. Alianza Editorial. Madrid, 1978.
El atractivo y misterioso René Leys destaca en seguida sobre los otros dos. Al irse su padre de Pekín se instala en casa de Segalen y entre ellos nace una fuerte amistad. En sus conversaciones, para saciar el interés de Segalen por el mundo chino, le empieza a hablar de sus relaciones con el palacio imperial; para continuar, a medida que se suceden sus preguntas, con que el regente le ha nombrado jefe de la policía secreta; y finalizar, en un terreno en el cual se mezclan estrechamente lo verdadero y lo falso. en que conoce a la emperatriz, en que es su amante, en que ha tenido un hijo de él. Sin llegarse a saber nunca en qué medida es verdad lo que cuenta René Leys o únicamente son una serie de mentiras que va organizando a partir de las preguntas que sucesivamente le hace Víctor Segalen.
Escrita en Pekín en forma de diario dos años después de las fechas en que se desarrolla la acción, es fruto de las conversaciones reales entre Segalen y Maurice Roy, un amigo suyo francés que decía ser jefe de la policía secreta y amante de la emperatriz Tseu-Hi.
Esta obra, publicada por primera vez en 1922, tres años después de la muerte de su autor, con numerosas correcciones realizadas por un amigo del escritor, sólo en 1971 aparece en lo que se puede considerar como la versión definitiva. Es una mezcla perfecta de realidad y ficción escrita en un estilo pausado y extremadamente cuidado que justifica con amplitud el actual interés que despierta la obra de Segalen tras años de olvido. Espléndida visión del interés, la atracción y el amor de su autor por el insondable misterio del Imperio Chino, también es un cuidado dibujo de un atractivo y perfecto personaje y de la curiosa relación existente entre dos amigos. La novela se presenta en una espléndida traducción de Esther Benítez.
Babelia
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