Comenzó en Oviedo el derribo del palacete de Concha Heres
Oviedo se despertó ayer con el inesperado inicio de las obras de demolición del palacete de Concha Heres, cuyo intento de derribo se ha encontrado sistemáticamente con la oposición popular y de todos los partidos políticos. La piqueta comenzó a actuar a las ocho de la mañana de ayer, días después de que la comisión municipal permanente concediera la licencia de derribo ante el recurso de reposición interpuesto por la familia Masaveu, propietaria del inmueble, y seguramente la familia asturiana más rica, contra el primer acuerdo de la permanente en el que se denegó la autorización solicitada.La misma comisión municipal permanente, que decidió por seis votos a tres oponerse a la demolición de este edificio, que se ha convertido en el asunto más polémico del urbanismo ovetense en los últimos años, reconsideró su postura la semana pasada, dando luz verde con sólo tres votos en contra. Queda, sin embargo, legalmente un cabo suelto, porque un pleno municipal posterior a la primera sesión de la permanente dio su aprobación a un catálogo elaborado por la plataforma para la defensa del patrimonio artístico, en el que se incluía el chalet de Concha Heres, lo que suponía la expresa prohibición de su derribo durante un año.
La constante oposición popular al intento de derribo del palacete, uno dé los mejores edificios urbanos del norte de España, cristalizó con la presentación en el Ayuntamiento de un catálogo de edificaciones y conjuntos urbanos de interés artístico, entre los que se encontraba el palacete de Concha Heres. A primeros del pasado mes de abril el pleno municipal ovetense acordó la convocatoria de un concurso para elaborar un plan especial de protección de la zona de Oviedo, que cuenta con valiosos edificios de la arquitectura popular regionalista, modernista y montañesa, construidos con motivo del ensanche de la ciudad entre 1900 y 1940, así como suspender las licencias de parcelación y derribo en esta zona durante un año. Esa fue la respuesta municipal de entonces a la iniciativa de la plataforma para la defensa del patrimonio artístico, cuyo catálogo estaba avalado por todos los partidos parlamentarios, por asociaciones de vecinos, culturales y recreativas.
El cambio de opinión de los concejales miembros de la comisión municipal permanente hace que el propósito municipal comience a hacer agua precisamente por el edificio más valioso: por Concha Heres, cuyos propietarios pretenden construir en el solar dos torres de viviendas, o concluir su operación de venta al Banco de España, entidad que ha ofrecido seiscientos millones de pesetas además de su edificio actual de la calle de Suárez de la Riva, para trasladar sus instalaciones al solar de la familia Masaveu.
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