Dos policías chilenos serán acusados en EEUU por la muerte de Letelier

El Gobierno norteamericano informó ya a las autoridades de Chile que tres ex dirigentes de la DINA serán acusados en Washington de planear el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier. Entre estos tres acusados se encuentra el general Manuel Contreras Sepúlveda, que dirigió la policía secreta chilena hasta que ésta fue desmantelada

Ante estas noticias, el Gobierno chileno parece dispuesto a limitar desde ahora las pruebas e información que otorgue a los agentes de la justicia norteamericana, informó ayer el diario The Washington Post.Según este periódico, la falta de cooperación de las autoridades chilenas ante el cariz que toma la investigación del asesinato de Letelier se hizo patente cuando el fiscal de Washington, Eugene Propper, visitó Santiago hace tres semana.

En este sentido, The Washington Post señala que «el Gobierno de Chile se negó a entregar varias informaciones que Propper solicitó durante su visita».

Inicialmente, el Gobierno chileno prometió su cooperación para determinar quién asesinó al ex canciller y ex embajador del régimen de Allende en Washington, Orlando Leteller, asesinado en esta ciudad el 21 de septiembre de 1976.

En medios judiciales de Washington se estima que esa colaboración comenzó a disminuir desde que Michael Townley, el norteamericano agente de la DI» que se confesó coautor del asesinato, comenzó a confesar todo lo que sabe sobre el caso al FBI.

La acusación que dentro de varias semanas podrá efectuarse contra el general Contreras y otros dos chilenos estaría basada, al parecer, en el testimonio directo de Townley.

Aun sin la información que pidió -y no consiguió- de las autoridades chilenas, el fiscal Propper parece tener argumentos suficientes para acusar de asesinato a esas tres personas, afirmó también ayer The Washington Post.

«El caso Letelier -agrega este diario- es particularmente peligroso para Pinochet por su íntima conexión con Contreras».

Detenciones en Santiago

La policía chilena redobló ayer su vigilancia en las calles céntricas de la capital con el fin, aparente, de evitar nuevas manifestaciones callejeras relacionadas con la huelga de hambre de familiares de desaparecidos.El miércoles los huelguistas depusieron su actitud después de un acuerdo logrado el martes pasado entre la jerarquía católica y el Gobierno, en el que éste se comprometió a «aclarar, en breve plazo, la suerte de cada una de las personas cuya desaparición ha sido acreditada ante organismos competentes».

Los familiares, que efectuaron un ayuno de diecisiete días en demanda de información oficial sobre la suerte de desaparecidos, empezaron a abandonarlos templos que ocupaban el jueves por la tarde.

Ayer mismo se efectuaron dos silenciosos desfiles callejeros: uno de estudiantes universitarios, trescientos de los cuales fueron detenidos, y otro efectuado en la noche por alrededor de un centenar de hombres, mujeres y jovenes, ochenta de los cuales también fueron detenidos.