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EEUU emplaza a Moscú a escoger entre la distensión o la guerra fría

La Unión Soviética deberá elegir entre «cooperación o confrontación» con Estados Unidos, que está preparado para responder adecuadamente a cada opción, dijo ayer el presidente Carter en un discurso en el que mezcló duras críticas a Moscú con una llamada a la continuación de la política de distensión entre las dos superpotencias.

Carter pronunció su esperado discurso en la ceremonia de graduación de los cadetes de la academia naval de Annapolis, de la que el propio presidente fuera alumno hace treinta años. El texto de la alocución presidencial fue cuidadosamente preparado por los más cercanos colaboradores de Jimmy Carter y tuvo por objeto el «clarificar» el estado de las relaciones entre Washington y Moscú, así como exponer las líneas maestras de la política norteamericana hacia la Unión Soviética.Después de que hubieran circulado informaciones que apuntaban hacia una «congelación» por parte de Estados Unidos de las conversaciones SALT II sobre limitación de armas estratégicas, este aspecto era uno de los que mayor expectación crearon en vísperas del discurso del presidente norteamericano. Carter dijo que un nuevo acuerdo sobre armas estratégicas es de «fundamental importancia», y sorprendió a los miles de personas que le escuchaban en la academia naval cuando añadió que «las perspectivas de un acuerdo SALT II son buenas».

Sin embargo, continuó Carter, los esfuerzos para conseguir una cooperación entre los dos países no limitan las diferencias que les separan. Entre éstas, el presidente norteamericano señaló que la URSS considera la distensión como un medio de continuar la lucha para conseguir ventajas políticas, que Moscú utiliza su poderío militar para extender su influencia en el exterior y que los soviéticos aprovechan las áreas inestables del mundo para estos fines, como ha sido evidente en Corea, Angola y Etiopía.

Como se esperaba, Carter sacó a relucir el tema de los derechos humanos, y dijo que éstos son violados por Moscú, para añadir que «el sistema soviético no puede tolerar las ideas libremente expresadas, la oposición leal ni el libre movimiento de la población ». Tras calificar al sistema ruso de «forma de gobierno totalitaria y opresora», el presidente norteamericano hizo una referencia indirecta al eurocomunismo, cuando dijo que el régimen soviético es tan poco atractivo que «incluso grupos marxistas-leninistas no ven ya a la URSS como un modelo a imitar».

Superioridad occidental

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Para el líder norteamericano, la superioridad económica occidental sobre la URSS es evidente y coloca a Estados Unidos en una situación ventajosa. Carter citó los problemas de la agricultura soviética y dijo que el producto nacional bruto de Norteamérica es más del doble del de la URSS, para añadir que «nuestra forma democrática de vida crea admiración y emulación en otros pueblos».

«La distensión entre nuestros dos países es básica para la paz mundial», dijo Jimmy Carter, quien recordó que Washington y Moscú habían sido aliados contra el nazismo y que veinte millones de soviéticos murieron en la segunda guerra mundial, por lo que «estoy convencido de que el pueblo de la URSS quiere la paz».

Después de reconocer que ninguna de las dos potencias puede lanzar un ataque atómico contra la otra sin sufrir un contraataque devastador, Carter volvió a referirse favorablemente a un acuerdo sobre limitación de armas estratégicas, aunque advirtió que «la capacidad militar de Estados Unidos y de nuestros aliados es adecuada para hacer frente a cualquier amenaza previsible».

Principios para el entendimiento

A continuación, el presidente norteamericano enumeró los principales puntos de su política hacia la Unión Soviética del siguiente modo: continuidad en el mantenimiento de una fuerza nuclear equivalente, porque, a falta de un desarme mundial, es la situación más estable para el mundo, fortalecimiento de la OTAN en el campo convencional y en el atómico, y apoyo norteamericano a las organizaciones que tienen por objetivo la armonía regional y mundial, como la ONU, la OEA y la OUA.

Respecto a África y a la presencia cubano-soviética en este continente, Carter dijo estar «profundamente preocupado» por lo que definió como «una amenaza a la paz en el área y a la autonomía de los países donde están estacionadas esas tropas extranjeras», para declarar rotundamente que «el pueblo norteamericano y yo apoyaremos los esfuerzos de África para contener esa intrusión, como hemos hecho recientemente en Zaire».

Tras afirmar que «no hay victorias ideológicas en el empleo de armas nucleares», el presidente de EEUU anunció su intención de continuar negociando «constructiva y persistentemente » un tratado de limitación de armas estratégicas. Después de señalar que Moscú debe elegir entre cooperación o confrontación con Norteamérica, Carter dijo que «nosotros preferimos la cooperación a través de la detente, porque una competición sin límites supondría una escalada de graves tensiones», y concluyó, «yo no quiero que eso ocurra y creo que el señor Brejnev tampoco lo desea».

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