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Bumedian intenta que Gadafi apoye su posición sobre el Sahara y Canarias

El presidente argelino, Huari Bumedian, y su colega libio, Muamar el Gadafi, han iniciado ayer, en Argel, conversaciones con el propósito de establecer una posición conjunta sobre los diferentes conflictos que tienen como marco el continente africano.

La visita oficial del dirigente libio será, sin duda, aprovechada por el régimen argelino para requerir de El Gadafi una toma de posición favorable a las tesis de Argel en el conflicto del Sahara occidental. No se descarta tampoco, en los medios políticos, que al lado de una previsible condena de Francia por su política africana, se incluya una crítica al Gobierno español en relación con el tema de las islas Cananas.El viaje de El Gadafi a la capital argelina reviste una gran importancia para los dirigentes de este país a la hora de formalizar los últimos toques de la estrategia que pondrán en práctica en Jartum, durante la próxima cumbre dejefes de Estado africanos. La prensa oficial argelina alude a la «similitud» de las revoluciones libia y argelina y da por seguror que El Gadafi no abandonará Argel sin realizar un gesto espectacular que pudiera referirse al conflicto del Sahara. A El Gadafi se le considera aquí como uno de los mejores aliados de Bumedian, capaz de adoptar por temperamento criterios políticos incompatibles con la norma práctica diplomática.

A pesar de ello, con excepción de las decisiones tomadas en Argel por la última conferencia del «frente de la firmeza» para apoyar a la resistencia palestina y combatir las iniciativas del presidente egipcio Anuar el Sadat, lo cierto es que la dirección libia no ha seguido las sugerencias hechas por Argelia para secundar a Yemen del Sur en ,el reconocimiento del Frente Polisario y la condena de Mauritania y Marruecos. Aunque existe una ayuda logística libia al movimiento independentista saharaui, en el plano diplomático ni el coronel El Gadafi ni su primer ministro, Abdesalam Jallud, han querido comprometerse con una de las partes, sino que, por el contrario, han preconizado reiteradamente una negociación marroquí-argelino-mauritana, que habría de ser sostenida por los demás Gobiernos magrebinos.

La intervención francesa

La intervención militar francesa en Mauritania y Tchad, en función de los tratados de cooperación militar existentes entre esos países, es considerada en Argel como otra demostración del «complot» galo, que consistiría en cerrar el cerco en tomo a las fronteras argelina y libia. En ese contexto no hay duda de que El Gadafi estima válido el resquemor de Bumedian, al igual que lo apoya en sus críticas al proyecto de fuerza interafricana, discutido días atrás en París entre el presidente Giscard d'Estaing y los jefes de Estado del Africa francófona.

La posibilidad de que en las conversacionesentre los dos estadistas africanos se evoque el tema del archipiélago canario se da aquí por descontada. Por lo menos se espera que Libia y Argelia formalicen su rechazo a una pretendida utilización de Canarias como base de tránsito de las fuerzas francesas ,enviadas a Shaba, a la que ha hecho referencia ayer el MPAIAC sin aportar prueba alguna.

En relación con ese tema, es sensible cierta evolución estratégica de la propaganda argelina, que últimamente está obviando el nombre del.grupo separatista de Cubillo para referirse a las Canarias como «bases de agresión dirigidas contra Argelia, Libia y el Polisario». El dirigente saharaui Bachir Mustafa Sayed ha ido más lejos, al afirmar en una entrevista que si el Gobierno español no se preocupa de la liberación de los pescadores del Las Palomas, esto podría deberse a que siete de éstos son canarios.

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