"El «jazz» que se hace hoy llega más al público"

Por primera vez en su historia, el teatro Real ha sido escenario de un concierto de jazz a cargo de intérpretes españoles. El pasado miércoles dos grupos, conocidos como los Grupos de Balboa Jazz, ofrecieron un recital que puede considerarse preludio del festival que se prepara en el Real para el mes de noviembre con participación de importantes figuras internacionales.Connie, peruana, 37 años y ya abuela de una niña, es la voz del más joven de estos grupos, formado hace unos seis meses y que todavía está sin bautizar.

El grupo está formado por Horacio Icasto, argentino, pianista y compositor, compañero profesional y sentimental de Connie; David Thomas, norteamericano, bajista, miembro de la orquesta de RTVF; Régoli, alicantino, considerado como el mejor batería del país, percusionista de la Sinfónica, profesor del Conservatorio, y José Susi, andaluz, saxoflautista.

Connie y Horacio se conocieron en Perú hace catorce años y desde México y Buenos Aires hicieron varias giras por otros países. Hace cinco años que residen en España.

«Teníamos a España entre ceja y ceja: queríamos vivir y trabajar aquí y pensamos quedarnos. Tuvimos que buscar un medio de vida dentro de la música, pero en campos más rentables que el jazz. Horacio ha hecho arreglos para otros cantantes y yo he cantado en coros. Sólo hace un año y medio que podemos dedicamos al jazz, pero, al menos por ahora, en España no se puede vivir de él. »

Junto a las piezas tradicionales de jazz y algunos arreglos y composiciones propias de Horacio, el grupo interpreta adaptaciones de música barroca (Bach, Mozart) y romántica (Debussy).

«Siempre respetando las partituras, hacemos adaptaciones vocales o sólo instrumentales que, por cierto, es lo que más gusta al público. Sin embargo, tanto las casas de discos como los programadores de la radio no consideran estas piezas comerciales.»

«En el teatro Real no nos permitieron interpretar esta parte de nuestro repertorio por eso del puritanismo musical. »

«No creo en los encasillamientos, pero sí se puede decir que hay algo que diferencia a un cantante de jazz: es la creatividad, la posibilidad de improvisar en cada momento de manera que una canción no es nunca igual a sí misma. En este sentido, se puede comparar con el flamenco; cantar jazz como cantar flamenco exige un talante y un nervio especial, que el cantante dé todo de sí.»

«El jazz que se hace hoy refleja más la realidad que el de otras épocas y llega más fácilmente al público. Está claro que a la gente le gusta la buena música y sabe apreciarla. El problema es que no tiene ocasión de escucharla.»