Los tres últimos premios Lope de Vega de teatro, Alfonso Vallejo, Martín Recuerda y Domingo Miras, sin estrenar

El próximo 15 de mayo se fallará un nuevo premio Lope de Vega de teatro, patrocinado por el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Cultura. Un nuevo nombre se colocará en la lista de estrenos. Según las bases del premio, muy cotizado entre los dramaturgos, la obra ganadora se estrenaría a principios de temporada en el teatro Español. La desidia de algunos directores de este teatro nacional y el incendio del Español provocó un retraso acumulativo de sus puestas en escena. En la actualidad siguen sin estrenarse los premios de las tres últimas ediciones: El desguace, de Alfonso Vallejo; El engañao, de José Martín Recuerda, y De San Pascual a San Gil de Domingo Miras. Hace unos meses una compañía privada montó en Sevilla el de 1971: Solos en la tierra, de Manuel Alonso Alcalde.

El Lope de Vega se concedió por primera vez en 1948 a Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo. Es posible que a partir de la próxima edición se modifiquen sus bases; todo depende de un próximo convenio cultural que van a negociar los dos organismos.Alfonso Vallejo consiguió el premio Lope de Vega 1976 por su obra El desguace. En el jurado figuraron Pedro Laín Entralgo, Miguel Narros y Francisco Nieva. El dramaturgo no ha recibido ninguna notificación de que su obra tenga fecha de estreno. Su historia como autor dramático es un síntoma de los últimos años del teatro español. Tiene escritas veintitrés obras, de las que considera válidas diez. Al premio presentó siete y quedaron tres finalistas. Según explicó a EL PAÍS, entre la censura y los empresarios optó por un nuevo sistema: traducir al inglés y al alemán sus obras y ponerlas en circulación. Tiene agentes literarios en Nueva York, Londres y Berlín. Pese a todas las dificultades se publica en Nueva York El Rodrigüello, estrena en Londres Vuelomagia, en estos días se estrena en Las Vegas El cero transparente y tiene previstos montajes en Estados Unidos de Vuelomagia y Psss, y otras obras en Munich y Amsterdam.

«Todavía no me ha llegado el momento de estrenar en España -declara Alfonso Vallejo- Como explicación encuentro que aquí el teatro es un negocio y tiene que tener una rentabilidad. Aparte de este teatro comercial tenía que haber otras posibilidades para hacer un teatro sin riesgo comercial, para que se pueda probar y explorar los nuevos autores y directores. Creo que hay unos quince autores en mis circunstancias.»

Para Alfonso Vallejo «el teatro es un excelente sistema de exploración de la realidad y un mecanismo para que el hombre se identifique con esa realidad. Esto permite una figuración de la realidad y una toma de conciencia sobre lo que somos y cuáles son nuestras motivaciones. Es algo difícil y casi mágico; yo defino el teatro o mi teatro por lo que no es. Hay algo imprevisto, casi imposible, en el hecho de escribir teatro que lo convierte en una aventura. Es todo un universo de significados, de intenciones».

«Lo que intuyo como teatro está centrado en el hombre y en la filosofía social, existencial y científica. En los países desarrollados, donde el teatro es una necesidad vital y cultural, cosa que no ocurre en España, se da una atomización de los frentes teatrales. Esto es un síntoma de vitalidad cultural. En nuestro país la gente no va al teatro porque no hay hambre teatral, y esta situación es triste, teniendo en cuenta nuestra tradición. Me gustaría que se llenara España de mucha libertad y escenarios.»

La obra ganadora del último premio Lope de Vega, El desguace, «es el estudio de un proceso de destrucción de una cultura, una forma de abordar la realidad social y humana».