_
_
_
_

Texto de la carta autógrafa del Papa

«Os escribo a vosotros hombres de las Brigadas Rojas: Restituid a la libertad. a su familia a la vida civil, al honorable Aldo Moro. Yo no os conozco, ni tengo posibilidad alguna de ponerme en contacto con vosotros. Por eso os escribo públicamente, aprovechando el margen de tiempo que queda al plazo de la amenaza de muerte que vosotros habéis anunciado contra él, hombre bueno y honesto, que nadie puede acusar de escaso sentido social o de falta de servicio a la justicia Y a la pacífica convivencia civil.Yo no tengo ningún mandato en relación con él, ni estoy unido a él con algún interés privado. Pero lo amo como miembro de la gran familia humana, como amigo de estudio y a título completamente particular, como hermano de fe y como hijo de la Iglesia de Cristo. Yo me dirijo a vosotros en el nombre supremo de Cristo que ciertamente no ignoráis. Me dirijo a vosotros desconocidos e implacables adversarios de este hombre digno e inocente. v os pido de rodillas, liberad al honorable Aldo Moro, sencillamente, sin condiciones, no tanto por mi humilde y afectuosa intercesión, sino en virtud de su dignidad de común hermano en humanidad, y también a causa del algo que yo espero tenga una fuerza en vuestra conciencia: un verdadero progreso social, que no debe ser manchado de sangre inocente ni atormentado con superfluo dolor.

Más información
Pablo VI implora a las brigadas Rojas que libieren a Aldo Moro

Ya debemos llorar y lamentar demasiadas víctimas por la muerte de personas empeñadas en el cumplimiento de su propio deber. Todos nosotros debemos temer el odio que degenera en venganza o que se inclina a sentimientos de desalentada desesperación.

Y todos debemos temer a Dios vengador de los muertos sin causa y sin culpa.

Hombres de las Brigadas Rojas dejadme a mí, intérprete de tantos conciudadanos vuestros la esperanza de que anide aún en vuestra alma un victorioso sentimiento de humanidad. Rezando y no obstante todo armándoos, espero la prueba.

Paulus PP. VI. Vaticano. 21 abril. 1978.»

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_