Extremadura olvidada

Somos tres extremeños residentes en Salamanca, que nos sentimos indignados ante la actitud de olvido y desprecio hacia Extremadura por parte del Gobierno, y en concreto, por las «respuestas» de un secretario de Estado a las preguntas del senador extremeño Pedro Cañada en el Pleno del Senado del día 29 de marzo, en las cuales dijo textualmente: «En los desiertos no se construyen catedrales.»¿Piensa acaso, el señor secretario, que Extremadura, siendo la primera zona tabaquera de España. con casi el 75 % de la producción nacional; la segunda, con el 20%, de la producción española de algodon; la tercera en producción de aceite, con más de 230.000 hectáreas dedicadas al olivo, y una importante participación en casi todos los productos agrarios y su posible potenciación, puede ser un desierto?

Más adelante insinuó que no conviene hacer carreteras en Extremadura, no vaya a ser que marchen los que quedan. ¿Piensa el señor secretario que la falta de carreteras es un obstáculo al paro y al hambre?

Asimismo, hizo alusión a la «alta inversión» efectuada en Extremadura en los últimos años. ¡Es gracioso oír hablar de inversiones!

Es evidente que la agricultura extremeña supone base suficiente para la creación de industrias de transformación agraria.

Es evidente que la agricultura, o mejor, el campo extremeño necesita una urgente mecanización.

Ante esto, los extremeños nos preguntarnos: ¿dónde están esas inversiones?