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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los que hablan de guerra

Nadie o muy poca gente se fija y se detiene a analizar el ritmo que lleva el fascismo en nuestro país.Quizá porque siempre fuimos malos medidores de realidades. Todo lo que estaba bajo la órbita del régimen anterior era considerado por muchos como fascismo. Ahora es cuando las posiciones se van aclarando. Ahora es cuando verdaderamente se ve dónde está el fascismo más auténtico, el que no le importaría hacer de nuevo otra guerra, como afirmaba hace poco en Guadalajara Alfonso de Figueroa y Melgar, duque de Tovar: «Estoy seguro de que la guerra por la salvación de España es inminente. Es la única forma de volar al marxismo de nuestra nación.»

Nadie o muy poca gente se detiene a analizar este fascismo, esta fuerza negra, violenta, que se arraiga cada día con más ánimos de revancha en nuestro país. Se dan noticias sobre Fuerza Nueva, sobre viejos falangistas, pero casi nadie escribe artículos en profundidad sobre estos sectores políticos que abogan por la violencia, por la guerra, con el pretexto de que, de nuevo, quieren salvar a España. Quizá porque todas las fuerzas progresistas y democráticas de nuestro país piensan que no vale la pena hablar de los fascistas. Tal vez porque nos decimos que son pocos y que griten su rabia por todas las esquinas.

Pienso de forma muy particular que todo aquello que se menos precia crece y toma fuerza a nuestro alrededor. España es ahora un pueblo quizá un tanto desorientado. Pero España es un pueblo que quiere vivir en paz y progresivamente. Esos otros españoles que amenazan con la guerra, ¿de qué quieren salvamos? ¿Es que creen, sinceramente, que el pueblo español, que tan rotundamente dijo no al fascismo en las últimas elecciones, quiere verse de nuevo sujeto, atado, por fuerzas reaccionarias? ¿Es que esas gentes, con sus carreras, sus títulos, sólo ven, a través de «su amor por la Patria», un país que en más de un 50% de su población tenga que ser aplastado, reducido, para que así nos dominen a sus anchas? ¿No disfrutan ahora de unas libertades como las de todos? ¿Es que de nuevo quieren ver a sus pies, triturada, a más de media España? ¿Es que no pueden vivir sin tener a los que no piensan como ellos totalmente maniatados?

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