Aumentan los salarios y los precios en Portugal
Mientras el Parlamento portugués iniciaba ayer, con cerca de cuatro meses de retraso, el debate sobre el presupuesto y el plan económico del Estado para 1978, el Gobierno Soares anunció al país su programa de austeridad.Las nuevas medidas económicas y sociales, vulgarmente conocidas como «tercer paquete», empezaron a ser publicadas el miércoles. Aplicando una curiosa división del trabajo entre los dos partidos del Gobierno, Mario Soares se ha reservado la cara de la medalla, al informar personalmente a los portugueses sobre el aspecto más positivo del futuro inmediato: los aumentos de salarios; mientras tanto, la cruz -los aumentos de precios- han sido encomendados al ministro demócrata cristiano de Comercio, Basilio Horta.
Los aspectos positivos son el salario mínimo interprofesional, que registra un aumento de algo más del 22%, situándose en 5.700 escudos, y el hecho de que los trabajadores agrícolas resultan aún más favorecidos, ya que su salario mínimo pasa de 3.500 escudos a 4.700.
El subsidio de paro se eleva a 4.200 escudos para los trabajadores con familia. y 3.200 para los solteros, lo que supone aumentos del 24 % y el 18 %, respectivamente.. Las pensiones ascienden a 2.750 escudos (aumento del 22%) para la mayoría de los asalariados, y a 1.100 escudos para los trabajadores rurales, y se suprime la discriminación entre hombres y mujeres, lo que significa un aumento del 22% para los primeros y del 83 % para las mujeres.
El techo de los aumentos salariales a negociar por medio de los convenios colectivos se fijó en el 22%, pero la vigencia de dichos salarios se redujo de dieciocho meses a doce meses, para permitir, según el Gobierno, reajustes anuales que acompañen el alza del coste de vida. Mario Soares ha insistido mucho sobre la «generosidad» de las medidas.
Aumento de precios
El señor Horta tuvo que convencer al público de la inevitabilidad del aumento medio del 22% decretado para los precios de los productos incluidos en la «cesta de la compra», que engloba productos alimenticios de primera necesidad, como leche, pan, aceite, azúcar, pescado congelado, huevos y carne de pollo. El primer Gobierno Soares subsidió esos productos. Además, la carne de vacuno desaparece ahora pura y simplemente de la «cesta»; las amas de casa tendrán que contentarse con la carne de cerdo.Entretanto, las negociaciones con el FMI siguen desarrollándose en el mayor secreto. Las dificultades se centrarían en dos exigencias que los responsables del Gobierno se resisten a aceptar: una nueva devaluación del escudo (se habla del 15% al 20%) y la subida de la tasa de descuento del Banco de Portugal, del 13 % al 20 %. Los demócrata-cristianos consideran la segunda. de estas exigencias totalmente insoportable para la economía privada y estarían dispuestos a romper las negociaciones con el FMI.
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