La CDT, derrotada en el grupo Alvarez

La Confederación Democrática de Trabajadores (CDT) ha sido derrotada en su propio feudo: en las industrias de cerámica y vidrio del grupo Alvarez, de Cabral-Vigo, ha obtenido escasa ventaja sobre UGT y la cuarta parte de puestos que Comisiones Obreras.Con dos millares de trabajadores, este grupo empresarial ha sido considerado siempre feudo de CDT, al igual que Citroen Hispania, la empresa de mayor censo de Galicia, en la industria de automoción de la zona franca viguesa. CDT empató, en esta última empresa, con UGT en el primer puesto, pero su derrota en Alvarez, donde se repetían las elecciones, ha sido significativa, ya que tiene cierta implantación y en su plantilla figuran algunos de los más importantes líderes gallegos de esta central sindical.

De los 41 puestos a cubrir en el Grupo Alvarez (que hasta ahora tenía setenta delegados, la mayoría de CCOO), Comisiones ha obtenido veintiocho; CDT, siete; UGT, cinco, y uno los independientes. Con esta elección solamente quedan pendientes de los comicios sindicales, entre las grandes empresas: Astano y Bazán, de Ferrol; el Grupo Mar, de Vigo, y Ascón, con sus dos factorías en estaría, que llevan casi dos semanas cerradas.

Independientemente de, los resultados de Alvarez, los datos oficiales de la provincia de Pontevedra reflejan un nuevo avance de CCOO, que ha conseguido el 30,33% de los 1.754 representantes sindicales elegidos hasta ahora. CCOO aumenta ligeramente, un 1,25%, su porcentaje sobre la última estadística, en tanto UGT y los nacionalistas de ING bajan un poco: el 0,20 y el 0,56, respectivamente, situándose unos en el 14,79 % y los otros en el 11,09 %. Las restantes siglas apenas cuentan, ya que USO ha conseguido un 4,21 % -que aumentará posiblemente después de las elecciones de Ascon, donde tiene considerable implantación- y CSUT, un 3,07%.

En medios laborales gallegos ligue considerándose inadmisible que el Ministerio de Trabajo no facilite datos globales de la presencia de los nacionalistas en estas elecciones, cuando resulta evidente que es una fuerza que, cuando menos, conseguirá al término de las elecciones de un 10 a un 15 % de los votos.