La empresa francesa Dassault que negocia con España la venta de aviones
Un portavoz de la empresa aeronáutica francesa Dassault, que fabrica, entre otros, los aviones de combate Mirage, confirmó ayer a EL PAÍS que mantiene negociaciones con España para la «eventual venta de nuestros aviones». El mismo portavoz añadió que las negociaciones se iniciaron hace ya un año y que la firma de un contrato definitivo «es algo que podría producirse dentro de quince días, tres meses o un año».
Según informó el lunes el diario norteamericano Washington Post, España podría decidirse a comprar entre 31 y 48 aviones Mirage FL -por valor de 64.000 millones de pesetas- en vez de concluir con los norteamericanos la compra de los F-16.El portavoz de Dassault calificó de «poco serias» las informaciones que se habían reproducido sobre esta cuestión y añadió que «por respeto al país con el que negociamos» no podía aclarar si la eventual venta era de aviones militares.
En la empresa francesa se indicó que, aunque no es posible afirmarlo, es probable que los artículos publicados sobre esta cuestión en la prensa internacional «estén destinados a boicotear las conversaciones ».
En medios periodísticos franceses se hablaba ayer del «nuevo negocio del siglo», surgido de estas negociaciones entre España y la Dassault, y se recordó que el primer «negocio del siglo», destinado a renovar la aviación militar de cuatro países nórdicos, fue conseguido, tras una puja apretada con Francia, por las firmas americanas.
Vista la cuestión en el contexto de las relaciones franco-españolas y del contencioso España-Mercado Común, en los medios oficiales franceses no se pierde ninguna ocasión de manifestar que España debe probar su «voluntad política» europea «comprando europeo», es decir, en muchos casos francés (centrales nucleares y material militar). Aquí se estima, además, que un cambio de alianza económica induciría a París a apoyar la candidatura española en la CEE.
Durante la última visita del ministro español de Industria, Alberto Oliart, a su colega francés, René Monory, esta «filosofía» sobre la estrategia que conduciría a España al Mercado Común se estudió abiertamente y el señor Oliart convino en que los mercados españoles pueden modificarse en función de la aceleración del proceso de ingreso de España en las Comunidades de Bruselas.
