"Pravda" critica las declaraciones de Carter sobre el eurocomunismo

En un comentario que publicó ayer miércoles el diario soviético de la mañana, Pravda, firmado por Yuri Yukov, en relación con la polémica suscitada por Washington ante la eventual participación de los comunistas en los Gobiernos de los países del oeste europeo, se acusa a los norteamericanos no sólo de recurrir a presiones políticas o económicas, sino incluso a presiones militares. «Se sabe que el estado mayor de la OTAN -escribe el comentarista- ha estudiado un proyecto de acción militar de policía para situaciones imprevistas, como sería la llegada de los comunistas al Gobierno.»Por su parte, el diario de la tarde Izvestia insistía en las tesis de Yukov en otro artículo titulado «La política de dictado».

El observador político de Pravda, se hace eco de la desaprobación unánime en los países europeos, de todos los grupos políticos con independencia de sus convicciones políticas, por la injerencia en los asuntos internos de los estados soberanos «los americanos, -añade-, muestran al mundo lo que valen en la práctica las palabras grandilocuentes de sus dirigentes sobre el derecho de los ciudadanos de cada país para decidir sus propios asuntos». Al referirse a Francia señala que no sólo los partidos comunistas y socialistas, sino los representantes de la mayoría, el propio presidente y el primer ministro, han advertido que no permitirán injerencias en las próximas elecciones.

Pero donde Yukov utiliza argumentos más categóricos es en la referencia a la indignación producida en Italia, donde se vive una grave crisis política, en la que el Gobierno Demócrata Cristiano dimisionario no ha podido hacer frente a los agudos problemas políticos y sociales y en la que es obligado la formación de un Gobierno con participación de todas las fuerzas democráticas y antifascistas. «¿Con qué derecho Estados Unidos -se pregunta en el artículo- indican a Italia lo que puede y no puede hacer para la formación del nuevo Gobierno? Estados Unidos no ha podido reprimir su desaprobación por la influencia creciente de las fuerzas de izquierda en Italia y recurren a las amenazas directas de sanciones económicas, como son el empréstito pendiente de quinientos millones de dólares que habían prometido a Italia y que ese país necesita con urgencia. La alusión es suficientemente transparente; si los italianos ignoran las indicaciones de Washington para formar Gobierno pueden quedarse sin el crédito prometido.»

Después de hacer referencia a unas declaraciones de Brejnev a Pravda en 1976, en las que anunciaba la preocupación de Estados Unidos por el poder creciente en todo el mundo de los partidos progresistas, concluye el articulista afirmando que las nuevas tentativas de ciertas potencias occidentales, en primer lugar Estados Unidos, para condicionar la formación del Gobierno italiano no son una manifestación de su fuerza, sino de su debilidad ante el progreso social.