David Hockney

El título de la última carpeta de grabados realizada por David Hockney reza así: «The blue guitar. Grabados de David Hockney quien se inspiró en Wallace Stevens, quien se inspiró en Pablo Picasso.» Se ha realizado una edición de doscientos ejemplares más 35 pruebas cuyas planchas fueron trabajadas por Hockney durante el otoño de 1976 y la primavera de 1977, y cuyo resultado final fue considerado como uno de los puntos fuertes de la exposición organizada en Londres por la Hayward Gallery durante el verano y otoño del pasado año.La carpeta ha sido ahora traída a España merced al esfuerzo de la Galería Juana de Aizpuru, de Sevilla, en la que ha estado expuesta durante el mes de diciembre pasado y primeros días de este mes de enero; en los momentos de aparición de estas notas muy posiblemente haya sido ya inaugurada la misma muestra en la barcelonesa Galería Eude y posteriormente, mayo próximo, vendrá a Madrid donde será expuesta en el taller de Grupo Quince.

Los grabados que componen esta carpeta han sido realizados con técnicas de ceras blandas y aguatintas, limitándose la gama de color al rojo, amarillo, azul, verde y negro.

Con su labor sobre The blue guitar, David Hockney pudiera haber cumplido uno de sus sueños al tomar como motivo un tema picassiano -no olvidemos que con la obra del pintor malagueño Hockney mantiene unas relaciones que superan la vacua admiración mediante un análisis cuyos efectos son palpables con evidente claridad en sus propios dibujos, dibujos en los que en algunos casos (Artista y modelo, 1974; El estudiante: homenaje a Picasso, 1973) el pintor inglés se ha representado a sí mismo en el papel de aventajado discípulo ante su maestro predilecto. Y si el tema era de Picasso, los motivos pictóricos de Hockney responden a las palabras de uno de sus poetas favoritos, Wallace Stevens, quien aparece retratado en el grabado The poet, junto con un resumen icónico de los materiales empleados en el resto de las planchas.

Aunque en los grabados que componen la carpeta sea apreciable una utilización de las formulaciones típicas de Hockney, como son sus distribuciones de interiores, el empleo de cortinas o la distribución de objetos sobre una mesa, es igualmente cierta una complicación del espacio del dibujo, tanto mediante una multiplicación de los elementos figurativos tomados individualmente -con una intensificación de los elementos icónicos preutilizados por Pablo Picasso no en forma literaria sino tanto como medios narrativos como medios puramente de específica distribución espacial- como mediante la ruptura de la línea del dibujo o de la descomposición de la figura en una desangulación constante de lo que podría ser un dibujo al que Hockney se tiene a sí mismo excesivamente acostumbrado.