Críticas a la medicina tradicional

¿Es la enfermedad un mal meramente fisico o tiene por el contrario toda una serie de connotaciones sociológicas? El autor se propone, en base a este planteamiento, hacer un recorrido por el mundo complejo de la enfermedad enraizándola en el contexto familiar y social que vive el enfermo. Para ello, y con la colaboración del doctor Francisco Martínez, especialista en medicina sicosomática del Hospital Clínico de Madrid, el autor comienza por analizar una encuesta con una muestra breve, pero sobre la que se realiza un verdadero trabajo de reconstrucción socíológica.Quinientos enfermos responden a una serie de preguntas relacionadas con su enfermedad además de prestar toda una serie de datos utilísimos respecto a su medio social. Así se puede hablar de enfermedades de ricos y de pobres con toda una sintomatología perfectamente diferenciada, y del «complejo» o círculo vicioso de «pobreza-enfermedad». «Cuanto mayores sean las diferencias de clase, mayores serán también las diferencias entre estados de salud y enfermedad, como los medios disponibles para superarlas.»

Las encuestas se centran en un nivel social concreto, clase obrera de medio urbano, y se afronta mediante dos técnicas diferentes al cuestionario estructurado y la entrevista en profundidad. Todo ello, adolece, como el pzopio autor señala, de falta de datos estadísticos, dado que las estadísticas, sanitarias son prácticamente inexistentes. Del análisis de este material Alonso Hinojal declara simbólicamente que de hecho son enfermos «los que pueden»; así enferman menos los obreros no cualificados que los empleados y funcionarios, e incluso en el caso de los primeros, son sus esposas y sus hijos los que más enferman. De ahí podría definirse hasta cierto punto que la enfermedad es «el coste individual y familiar que paga el enfermo en su intento de escapar de situaciones originarias dolorosas, física, social o culturalmente penosas».

El libro constituye así una interesante aportación al punto de arranque de la medicina tal como debería realizarse, como medicina sicosomática o, aún mejor, medicina integral.

De ahí a las pautas actuales de curación, que consideran al enfermo como un ente aislado y a la enfermedad como algo meramente biológico, media el abismo existente entre la medicina integral y la tradicional. Isidoro Alonso, en su libro, lanza algunas afirmaciones que hasta ahora se sostenían casi exclusivamente en el ámbito de la enfermedad mental, por ejemplo, al considerar la enfermedad como un elemento «polarizador y mantenedor de la integración familiar».

Pero lo cierto es que en las más insignificantes dolencias existe un componente social inequívoco, parte esencial desde la que iniciar el proceso curativo y con cuya marginación solo se consigue la ocultación o transformación de la enfermedad.