La izquierda española se interesa en Argel por los pescadores desaparecidos
Una delegación sindical y política de la izquierda española, compuesta por los diputados Dolores Calvet, del PSUC, y Manuel Marín, del PSOE, y representantes de la UGT y CCOO, están sosteniendo en Argel nuevas conversaciones con el Polisario, al que han expuesto su preocupación por la desaparición de los pescadores, así como el temor de que ese acto eche por tierra la contra-declaración de Madrid, firmada por la totalidad de los grupos parlamentarios.
Por su parte, la Organización para la Unidad Africana y Arabia Saudita se han ofrecido como mediadoras en la crisis argelino-marroquí, mientras que el Frente Polisario continúa acusando a Francia de intervenir militarmente de manera directa en Mauritania para sostener al régimen del presidente Uld Daddah. El envío de un navío de guerra español a aguas del Sahara occidental y la presencia de una flotilla en Canarias, es otro elemento de preocupación para los argelinos, según un comentario de la agencia oficial de prensa.Los representantes del Polisario en la capital argelina insisten en que no disponen todavía de elementos que les permitan desmentir o atribuirse la paternidad del incidente, y recuerdan que cuentan con los medios adecuados para realizar esas acciones e impedir la puesta en práctica de los acuerdos pesqueros existentes entre España, Mauritania y Marruecos.
En este caso, la discreción de los saharauis es todavía mayor, si cabe, aunque es sabido que el Polisario no oculta sus intenciones de esgrimir un amplio abanico de «poderes» en futuras negociaciones.
Las conversaciones franco-saharauis siguen marcando el paso y empieza a percibirse los primeros síntomas de desaliento por parte francesa. El emisario galo, Claude Chayet, habló ayer con los informadores y señaló que aunque está convencido de que las discusiones «son ahora más concretas y estrechas», no hay duda de que el Polisario insiste en las «dificultades» que supone desligar los problemas humanitarios y las cuestiones políticas, como solicita París.
Chayet hizo llegar a sus interlocutores una lista del personal militar francés empleado en Mauritania, en virtud de contratos legales entre dos Gobiernos
soberanos, pero a ese gesto respondió con tozudez el ministro de Información saharaui, Uld Salek, que dijo que la forma en que París concibe la neutralidad en el conflicto sigue sin convencer al Polisario.
El diálogo de sordos, como ha sido calificado por algún medio europeo, alcanza límites muy enrevesados. El propio Salek afirmó que tenía la impresión de que Francia «se hace la sorda» a las demandas relativas a la publicación de la lista de prisioneros saharauis en Mauritania y entrega, en su lugar, la del personal militar galo, «lo cual no tiene un gran significado», se añade aquí. Por si ello fuera poco, el dirigente del Polisario agregó que considera los vuelos de reconocimiento sobre el Sahara a cargo de aviones franceses más graves que bombardeos, puesto que se trata de una agresión deliberada.
El secretario general de la OUA, William Eteki M'Buma, ha dirigido un mensaje al ministro argelino de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Buteflika, en el que expresa la preocupación de ese organismo por la crisis que sacude al noroeste africano y propone la mediación entre Rabat y Argel. «La OUA espera poder crear condiciones de concertación para hallar una solución pacífica y justa al problema del Sahara occidental, al margen de toda injerencia extranjera».
El Ministerio de Asuntos Exteriores argelino ha recibido otro mensaje del Gobierno cubano que sugiere la convocatoria urgente de la Comisión Coordinadora de los Países No Alineados, para estudiar las medidas concretas de solidaridad con Argelia y el Polisario.
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