Ultimado el decreto para establecer un régimen preautonómico en Euskadi

El decreto-ley de régimen preautonómico para Euskadi quedó ayer ultimado, a falta tan sólo de correcciones de estilo, en el transcurso de la séptima entrevista que mantuvieron en Madrid el ministro adjunto para las Regiones, Manuel Clavero, y los diputados vascos señores Benegas (PSOE), Ajuriaguerra (PNV) y Echevarría (UCD).

Después de la entrevista, que finalizó a la una de la tarde, fue convocado en un hotel madrileño el pleno del comité negociador vasco, formado por doce parlamentarios, para dar una respuesta definitiva al texto del decreto-ley. A las ocho de la tarde, una vez finalizado el Pleno del Senado, dio comienzo esta reunión. Algunos de los miembros de la comisión nos anticiparon que las negociaciones habían alcanzado ya el techo y que no quedaba otra salida que asumir el texto del proyecto. A lo largo de la tarde el ministro para las Regiones se interesó repetidamente desde la Moncloa para saber la respuesta de los parlamentarios vascos, lo que da una idea del interés que para el Gobierno en pleno tenía el tema.La entrevista de ayer con Clavero sirvió para dejar sentado de forma definitiva que uno de los puntos exigidos por los vascos, el de la democratización inmediata de las instituciones provinciales (constitución de las Juntas Generales y elección por éstas de las diputaciones), era inaceptable para el Gobierno por la reacción en cadena que originaria en otras regiones.

Ante la negativa a aceptar este punto se ha establecido un doble mecanismo para que las distintas regiones se incorporen al Consejo General, máximo organismo regional de esta fase preautonómica. Los parlamentarios deciden en una primera etapa si se incorporan o si aplazan la decisión hasta después de las municipales. Serán las Juntas Generales quienes entonces darán la respuesta definitiva.

Un párrafo segundo de la disposición adicional determina que en el caso de Navarra se iniciarán de inmediato negociaciones entre el Estado y la Diputación para modificar las atribuciones del Consejo Foral, que según la ley Paccionada de 1841 no puede decidir sobre una cuestión de esta naturaleza.

El tema de Navarra ha resultado tan vidrioso a lo largo de la negociaciones que incluso en esta fase final el representante de Euskadiko Eskerra propuso que se congelase la aplicación del régimen preautonómico hasta después de las municipales, a fin de evitar que durante varios meses Navarra quedase, de hecho, al margen de Euskadi. El señor Clavero manifestó ayer que esto significaría automáticamente la congelación también de las negociaciones, para continuarlas después de las elecciones municipales. Ante esta alternativa, poco halagüeña, los partidos mayoritarios defendieron la aceptación del borrador en los términos que se han comentado.

La tercera reserva presentada por los vascos se refería a los conciertos económicos de Vizcaya y Guipúzcoa. Tampoco se ha conseguido siquiera que en una fórmula ambigua se reconociese el derecho de estas provincias a sus regímenes de concierto anteriores a 1937.

Un último punto permanece sin definir: el nombramiento del presidente del Consejo General. Pero aquí el Gobierno acepta que sean los miembros de dicho Consejo (cinco por cada provincia) quienes lo elijan.

A parte de las correcciones redaccienales ya apuntadas, faltan por último algunos detalles del decreto adicional, en el que se determinarán los plazos para que se constituya el Consejo General.