"La teología política es una teología de la liberación antiimperialista"
Entrevista con la profesora alemana Dorothee Sölle
Para la teóloga y profesora universitaria Dorothee Sölle, «la teología política es una teología de la liberación», enfocada fundamentalmente en un concepto antiimperialista y, por ende, solidaria con los países subdesarrollados. La doctora Sölle estuvo recientemente en Madrid, en donde dictó una conferencia sobre Bultmann. En la actualidad Dorothee Sölle ocupa la cátedra de Teología Sistemática en el Seminario Teológico de Nueva York.
Su libro Una teología política, ¿significa para usted un compromiso práctico con el mundo?-Sí, es un compromiso universal que surge de la situación de hambre, de miseria y de explotación que sufre el tercer mundo. La Teología Política es una teología de la liberación, especialmente válida para los países víctimas de la explotación imperialista.
-Entonces, ¿es una teología limitada al tercer mundo que no tiene aplicación en Europa?
-Es evidente que hay una gran diferencia de situación entre un saciado y un hambriento. Para el señor Krup es inaplicable la teología de la liberación y necesita otro tratamiento para salvarse. Problema bastante difícil.
-¿La teología de Bultmann es antropológica o es una escatología?
-Bultmann es sobre todo un comentarista profundo del Nuevo Testamento, pero posee, como Metz, teólogo católico, un poderoso sentido de la vida real. En este aspecto ambos tienen un pensamiento antropológico. Sin embargo, mientras Bultmann insiste sobre el valor del presente, Metz acentúa la presencia del futuro que adviene, en consecuencia es escatológico y se inclina por una teología política, como yo misma. Estas diferencias se comprenden porque Bultmann vivió y pensó antes de Marx, al paso que Metz sufre una tremenda influencia de Marx. La teología de Bultmann es existencial, la mía histórica.
-El pensamiento de Bultmann al ser existencial procede de Heidegger y deduzco que el suyo histórico viene de Marx. ¿Cómo explica que la teología sea hoy sierva de la filosofía?
-No es que se haya invertido la relación medieval entre ambas disciplinas, lo que existe es una colaboración fecunda, iluminativa, un diálogo recíproco.
Nadie puede salvarse solo
-¿La teología política significa la salvación común de todos los hombres, el arco de la alianza?-Sí, porque nadie puede salvarse solo. La fe no es un negocio particular. La fe personal, existencial, es como la propiedad privada.
Marx, en sus Manuscritos económico-filosóficos, habla de la «esencia subjetiva de la propiedad privada», lo que puede explicarnos este contenido individualista de la religión.
-La fe burguesa está corrompida y se opone al mensaje del Reino de Dios.
-¿Cree posible la realización del Reino de Dios en la Tierra, como nos prometía Joachim de Fiore en su Tercer Evangelio?
-El Reino de Dios es terrestre, es como un horizonte que nos acompaña siempre, pero no es todavía una realidad. Estamos en un proceso de entrada en él. Así nos lo explica Whitehead en su obra Proceso y realidad. Mi fe es fundamentalmente histórica.
-¿Existe en su obra Die Stellvertretung alguna influencia de la teología de Hegel sobre la muerte de Dios?
-Sí, yo continuo esa tradición alemana que comienza en Hegel y termina en Nietzsche. La muerte de Dios significa la encarnación de Jesús en nosotros. El nos representa porque nos ha hecho a todos cristianos.
-¿Qué relación existe entre su teología política y Principio esperanza de Bloch?
-En mi obra hay una influencia visible del pensamiento de Bloch, principalmente de una de sus últimas obras: El ateismo en el cristianismo. Bloch, como Brecht, son para nosotros dos padres de la Iglesia. Bloch despertó mi atención hacia las situaciones políticas y económicas del mundo. Mi teología sería diferente si la guerra del Vietnam no hubiese existido. Ya no podremos decir: ¡alabado seas, Señor, por todo lo bueno que has creado! También el teólogo Moltmann se preguntaba si aún es posible una teología después de Auschwitz. Yo respondería: sí, pero reflexionando sobre nuestra historia.
Babelia
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