Comienza en Praga el proceso contra cuatro firmantes de la "Carta 77"

El órgano diario del Partido Comunista Francés (PCF), L'Humanité, ha sido declarado indeseable en Checoslovaquia. A su enviado especial, Marcel Veyrier, le fue negado el visado para viajar a Praga con objeto de informar sobre el proceso de los cuatro intelectuales firmantes de la «carta-77», que se inició ayer. Varias personalidades francesas han denunciado ayer el citado proceso.

La noticia fue publicada ayer por el diario comunista: La embajada de Checoslovaquia en París rechazó la petición del visado para el periodista que debía cubrir el desarrollo del Proceso, en Praga. L"Humanité consideraba ayer que el proceso en cuestión «tiene particular importancia y protestamos vivamente contra una negativa que privará a nuestros lectores de informaciones directas sobre un juicio que pone en entredicho los derechos del hombre por los que nosotros lucharnos».Los cuatro firmantes de la «carta-77» fueron detenidos hace ya nueve meses y se les acusa de haber transmitido al oeste artículos e informaciones « que dañan a la República checoslovaca». El proceso empezó ayer y en el banco de los acusados figuran, el dramaturgo Vaclav Havel, el periodista Jiri Lederer, el escritor y director de teatro Frantisek Pavlicek y el antiguo director de los teatros municipales de Praga, Ota Ornest:

Los cuatro habían firmado el manifiesto de la disidencia checoslovaca que rápidamente fue conocido con el nombre de «carta-77». Además de estas cuatro personas, unas trescientas personas firmaron el documento en el que reclamaban la instauración de un diálogo constructivo, con las autoridades de Praga, sobre la cuestión de los derechos del hombre.

En París, ayer, en el momento en que se abría el proceso, varias personalidades publicaron en el diario izquierdista Rouge, un comunicado en el que denunciaban el proceso y pedían «la liberación inmediata de los acusados y la supresión de todas las represalias contra los firmantes de la "carta-77", por considerar estos atentados contra las libertades democráticas, incompatibles con los ideales socialistas».

El filósofo marxista, expulsado del Partido Comunista Francés, Roger Garaudy, el líder izquierdista, Alain Krivine, y el sindicalista que dirigió la batalla autogestionadora de la fábrica de relojes Lip, Charles Piaget, figuraban entre los firmantes del documento.