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Criminal en un país, honrado en el otro

«... Si es verdad que Kappler ha tenido cómplices en los medios neo-nazis alemanes y neo-fascistas italianos, también es verdad que no ha habido intervención de los servicios especiales alemanes, pues se trata de un asunto que, sin ninguna duda, pondrá en situación embarazosa a la República Federal Alemana. La anulación del viaje a Italia del canciller Schmidt es su primera manifestación.Este asunto pone, en efecto, en evidencia que a un criminal nazi, alto cargo de la policía política, responsable de la deportación de numerosos judíos y de la ejecución de varios centenares de italianos civiles, de los cuales una buena parte fueron escogidos por el hecho de ser judíos, le es suficiente volver a entrar en Alemania para dejar de ser un criminal y ponerse definitivamente a salvo de sus perseguidores.

( ... ) En nuestra Europa Occidental, los valores de la moral política está todavía mal asegurados. De Italia a Alemania, un criminal se convierte en un hombre honesto; de Alemania a Italia o Francia, un hombre honesto podría convertirse en un criminal-

El verdadero problema, en definitiva, no es tanto la suerte individual de tal o cual criminal nazi, cuya gran mayoría se encuentra en la República Federal Alemana, sino más bien la permanente protección que les es acordada por la sociedad alemana. Cada vez más represiva de cara a los que son o podrían ser un peligro para sus estructuras, esta sociedad que es implacable con sus hijos, contestatarios, abre su puerta al viejo hijo pródigo que arrastra los crímenes de la Alemania nazi. »

, 21 agosto

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