La izquierda laborista presiona a Callaghan contra el Mercado común

Los laboristas de la izquierda del partido que está en el poder en Gran Bretaña, exigen un manifiesto electoral que respete los principios socialistas más radicales y que al mismo tiempo comprometa al partido a eliminar el Mercado Común del espectro político de Europa.Ambas aspiraciones serán discutidas hoy por el comité ejecutivo laborista en una reunión en la que el líder James Callaghan, primer ministro, tratará de favorecer posiciones más moderadas. De la asamblea de hoy saldrá el programa político que el laborismo debatirá en su conferencia anual del próximo mes de octubre. Cualquier decisión que no satisfaga a sus dos alas principales puede acentuar la división existente en el partido en la actualidad.

Uno de los responsables del «programa de la izquierda» es el ministro de Energía, Tony Benn, al que los británicos ven como el hombre con más porvenir político de los que componen su tendencia dentro del laborismo. En este programa se pide la ampliación de las nacionalizaciones, una reflación inmediata de la economía y la utilización de los ingresos del petróleo del mar del Norte para inversiones industriales de carácter público.

Entre las reformas a las que hoy tendrá que oponerse Callaghan para no provocar la ira de la city figura la de las instituciones bancarías privadas, solicitada en el manifiesto cuya aprobación exigen los autores del programa electoral.

En lo que resulta más ambiciosa aún la izquierda del Partido Laborista es en lo que respecta al Mercado Común. Frente al trazado actual de la entidad, a la que Gran Bretaña pertenece desde 1973, el ejecutivo del laborismo propondría una especie de confederación egropea cuyos Estados tendrían determinadas ligazones económicas pero prácticamente ninguna interrelación política, o, parlamentaria.

De ese modo se trataría de eliminar una organización que ha ayudado a incrementar los precios de los alimentos y ha amenazado la independencia del Parlamento de Westminster. La comisión de la CEE, se dice en el proyecto de manifiesto, es la muestra de «la ideología capitalista liberal imperante en el continente».