Acusaciones contra Gran Bretaña del "Frente Patriótico Rodeslino"

Rodesia y Suráfrica quieren la internacionalización del Conflicto de Africa del Sur para provocar la presencia de un poder occidental en el territorio. Así justificó ayer en Londres el presidente de Zambia, Kenneth Kaunda, «Las salvajes invasiones de que ha sido víctima en los últimos días el pueblo decente e independiente de Mozambique». Kaunda espera que la táctica de Vorster y de Smith no prospere y que la nueva actitud de la Administración americana prevenga una intervención occidental en el área para evitar la derrota de los regímenes racistas de Rodesia y Suráfrica.

Mientras, el líder del Frente Patriótico Rodesiano, Joshua Nkomo acusó ayer a Gran Bretaña de ayudar A Ian Smith a consolidar su régimen.La asamblea de la Commonwealth, la organización de más de treinta ex colonias británicas, ha fracasado une vez más en el propósito de conseguir medios concretos para acorralar a los regímenes racistas de Africa del Sur. Ha habido acuerdo general contra el «apartheid» pero no ha habido apoyo para imponer sanciones económicas contra Rodesia y Suráfrica. Ni siquiera se ha llegado a conclusión alguna sobre las denuncias contra compañías británicas y multinacionales que siguen haciendo llegar petróleo a Salisbury, a pesar de las prohibiciones existentes. También ha habido un limitado consenso acerca de la inevitabilidad de la guerra que se libra en Rodesia, pero no se ha llegado a ningún compromiso para ayudar a los que allí protagonizan la resistencia contra el régimen ilegal de lan Smith.

Al contrario, ha habido países, como Fiji y Malawi, que se han pronunciado en contra del uso de la violencia como medio de resolver el presente conflicto. Gran Bretaña, por su parte, insiste en que la iniciativa angloamericana de solución pacífica tiene todavía viabilidad.

El compromiso negociador de los británicos, que aceptan de todos modos la inevitabilidad de la lucha actual; se mantiene para darle tiempo a Ian Smith a consolidar su régimen, según afirma uno de los líderes del Frente Patriótico, Joshua Nkomo. En una rueda de prensa en Londres, el popular nacionalista africano explicó que, durante este proceso, lo que el Reino Unido quiere es anular al Frente Patriótico, al que se le adjudica carácter marxista, y darle el poder a una fuerza que preserve mejor en Rodesia los intereses occidentales.

El Frente Patriótico, ha dicho Nkomo, juega en Zimbabwe el nombre que tendría Rodesia cuando alcance la independencia el papel que debía haber desempeñado el Reino Unido en la tarea de reducir por las armas a quien se rebeló contra la corona británica hace ahora trece años.

La sospecha que los líderes negros conservan acerca del verdadero interés que guarda Gran Bretaña de acabar con las raíces del régimen rebelde de Smith fue subrayada ayer otra vez por Kenneth Kaunda, el presidente cristiano de Zambia en el que de todos modos Londres y e un posible aliado.

Kaunda no se va a oponer a las negociaciones que el Gobierno británico protagoniza con ayuda norteamericana, pero Zambia va a suministrar más ayuda a «los que luchan con las armas, porque esta es la única alternativa real que nos queda a los africanos contra la dominación blanca en Rodesia y en Suráfrica».

Donde los líderes de la Commonwealth esperan alcanzar una conclusión más esperazandora es en el tema del nuevo orden económico internacional, que todavía discuten. Los países pobres representados de esta asamblea han lanzado aquí la idea de un fondo común de apoyo al Tercer Mundo que ha de ser dotado por el Banco Mundial y por los países de la OPEP.