"Para Marx, democracia y socialismo eran consustanciales"
Entrevista con Fernando Claudín sobre "Eurocomunistno y socialismo"
EL PAIS: ¿Cuál es su opinión, en síntesis, del eurocomunismo y el. socialismo?Fernando Claudín: «El libro es un análisis histórico y político de la evolución de los partidos comunistas que han desembocado en las posiciones actuales -el eurocomunismo- y un análisis de estas posiciones. El análisis histórico lo articulo en tomo a dos problemáticas: la evolución de las relaciones entre los partidos comunistas occidentales y Moscú. Muestro las contradicciones que han existido siempre, en esta relación, dentro, de la evidente subordinación, hasta la situación actual en que se puede decir que estos partidos comunistas se han independizado en gran medida de Moscú, pero subsistiendo «un cordón umbilical ideológico», que consiste en que estos partidos, pese a las denuncias que hacen de la ausencia de democracia y libertad en los países del Este, siguen reconociéndolos como países socialistas. »
«La segunda problemática es el problema de la democracia. El punto de partida es que en el marxismo de Marx, democracia y socialismo son también consustanciales. Es decir, para Marx la democracia es el poder de los trabajadores, por eso en el Manifiesto Comunista se dice que el primer paso del socialismo es la conquista de la democracia. El problema es que a partir de finales del siglo XIX y comienzos del XIX se produce una versión del marxismo, el llamado, revisionismo, que establece una nueva concepción de la democracia, perfectamente compatible con el capitalismo y con el marco ideal en el cual éste puede transformarse evolutivamente en el socialismo. Frente a esta concepción aparece la leninista, que está profundamente marcada por el hecho de que la Revolución de Octubre encuentra como enemigo principal a los Estados de la democracia burguesa y la hostilidad de la socialdemocracia internacional. Ello conduce a oponer las formas de democracia conquistada bajo el capitalismo la democracia representativa, a las formas de democracia soviética o consejista y a considerar que sólo ésta es idónea para la sociedad socialista. Pero esta democracia soviética tampoco se realiza porque es liquidada en el curso de la evolución staliniana del régimen soviético. »
E.P.: ¿Se puede afirmar que el régimen soviético actual mantiene tesis stalinianas?
F. C.:«La concepción actual del partido comunista de la URSS es totalmente staliniana. Lo que han hecho es eliminar los aspectos más bárbaros, represivos, del concepto staliniano, pero conservando su ideología. »
E. P.: ¿En qué consiste el análisis político de su libro?
F. C.: «Pués en esa parte examino la estrategia actual de estos partidos comunistas, denominada «vía democrática al socialismo» y muestro cómo se debaten entre la tentación socialdemócrata y la voluntad de encontrar una nueva vía efectiva de avance hacia el socialismo. »
E. P.: Usted apunta la «vía democrática al socialismo», sin embargo, la experiencia histórica parece cuestionar la validez de la fórmula. ¿Cree que es posible acceder a una sociedad socialista a través del juego democrático?
F. C.: «No existe ninguna experiencia. de este tipo, evidentemente, pero tampoco existen países que hayan alcanzado el socialismo por vía! no democráticas. Es decir, no existen países socialistas en la actualidad.»
E. P.: Considera usted que la actual táctica de los países comunistas europeos, y más concretamente, los mediterráneos, mantienen una política de enfrentamiento al sistema capitalista dominante?
F. C.: «Creo que no se puede demostrar, al menos teóricamente, que la política de los partidos comunistas no se enfrente al sistema. En su táctica hay una acción para desarrollar sus fuerzas y conquistar lugares cada vez más importantes en el aparato de Estado, para nacionalizar los monopolios, etcétera. Lo que pasa es que en el curso de esa lucha hay siempre el, peligro de adaptarse, en cada fase de la misma, a los límites compatibles con la dominación de la burguesía, en lugar de considerar cada conquista democrática como un punto de partida para seguir adelante.»
E. P.: Su nombre, al igual que el de Jorge Semprún va estrechamente unido al partido comunista y esa unión culmina con una purga en la que los dos se apartan, o son apartados, del partido. Años después, la evolución del mismo supone un notable giro en su táctica, sin embargo -al menos hasta la fecha-, no existe ningún documento público del PC en el que se entrevea algún matiz autocrítico, sobre el asunto de ustedes o cualquier otro tema en . el que el error es evidente. ¿Cree usted que la falta de autocrítica es un error grave en un partido autocalificado marxista?
F. C.: «No ha habido, ni hay, autocrítica. Me parece que es, en efecto ', un error grave y una de las piedras de toque más importante para poder medir la evolución de los partidos comunistas. En definitiva, la vía democrática para el socialismo debe de pasar. para que sea real, por los partidos comunistas mismos. »
Babelia
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