La ampliación de la CEE provoca recelo en sus organizaciones agrarias

España y la Comisión Europea realizarán próximamente un intercambio de cartas, en el que constarán los arreglos técnicos (ampliación de contingentes, modificación de listas, etcétera) que permitirán la extensión del acuerdo España/CEE de los «seis», a la actual CEE de los «nueve», a partir del 1 de julio.

Uno de los problemas internos de los «nueve» es la definición de los contingentes que ofrecerán a los vinos españoles, con denominación de origen. Los aumentos, destinados a los mercados de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, serían de 34.000 hectólitros suplementarios para el vino de Jerez, presentado en recipientes de más dedos litros; 23 7.500 hectólitros para vino de Jerez presentado en recipientes menores de dos litros. Los vinos de Jumilla, Priorato, Rioja y Valdepeñas contarían con un contingente suplementario de 3.500 hectólitros, en recipientes de más de dos litros.Las propuestas, avanzadas por la Comisión Europea, deben ser aprobadas por los Estados miembros. Se sabe que Italia se opone a un incremento tan considerable para el Jerez.

Los vinos son uno de los puntos de litigio, que se espera superar para formalizar la extensión del acuerdo comercial preferente de 1970.

Reservas de las organizaciones agrarias

Siempre en el sector de la agricultura -y en relación con España- hay que destacar en Bruselas la posición del COPA (Comité de Organizaciones Profesionales Agrícolas) que se pronuncia con reservas sobre la ampliación del Mercado Común, con la adhesión de Grecia, Portugal y España.

El COPA, que reúne a todas las organizaciones de agricultores de la CEE -y al que solicitó asociarse recientemente la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos- pone una serie de condiciones previas, antes de ir hacia una ampliación de la CEE.

El COPA señala la importancia de la agricultura en las regiones meridionales de la Comunidad, la gravedad del retraso económico en tales zonas y los riesgos de una eventual adhesión de países terceros del área mediterránea (léase España, Grecia y Portugal) para el conjunto de. la construcción europea.

Antes de pensar en la entrada de nuevos miembros, el COPA antepone varias condiciones previas que debería resolver la CEE:

- La realización progresiva entre los «nueve» de una política económica y monetaria común, destinada a eliminar las diferencias entre regiones de la CEE.

- Modificación de varias organizaciones comunes del mercado para salvar las producciones actuales mediterráneas de los países miembros, de la competencia de las producciones de los eventuales candidatos.

- Medidas específicas, con carácter transitorio, para evitar la competencia «artificial» entre los nuevos candidatos y los «nueve».

La «doctrina» del COPA, promovida en particular por las organizaciones de agricultores franceses e italianos, pide, en realidad, un «milagro» previo para la solución de sus múltiples y complejos problemas -no todos comerciales, sino muchos de ellos estructurales- antes de que la CEE abra la puerta a los nuevos candidatos. Es una prueba más, concreta, de la batalla que se prepara ante la candidatura española que, sumada a la griega y a la portuguesa, inquieta profundamente a los medios agrícolas del sur comunitario.