Lo cortés no quita lo valiente
El domingo 29 de junio. día de homenaje nacional a las Fuerzas Armadas. se ha celebrado también la segunda jornada de la Feria del Libro. Con sorpresa. no exenta de irritación. visitantes y feriantes de esta última se encontraron con que varias entradas de las más usuales al recinto de El Retiro. en el cual se han instalado las casetas con los libros. estaban militarmente cerradas a los civiles.Lo valiente no tiene por qué ir en contra de lo cortés. ¿Era además
necesario que camiones del Ejército ocupasen -municipalmente, puesto que la grúa ni dio señales de garfios- todo el paseo de coches y
otras áreas en las que los que acuden a la Feria del Libro aparcan sus
vehículos? Algún que otro año también han coincidido en fecha
ambas celebraciones. sin que sucediese el entorpecimiento de una
por otra. Nada, por lo demás, tan grato para los representantes del
libro como ver a honestos soldados pasearse entre casetas y público.
,,Pero no hubo ninguna autoridad que previniese el peligro que supone que no pocos de estos soldados llevasen la metralleta al hombro?
Podía ésta ir descargada-, el peligro sicológico subsiste, ya que tales
números militares no estaban allí en acto de servicio. El día de las
Fuerzas Armadas se ha convocado con la intención democrática de
solidarizar con ellas a la población civil. Lamentablemente un error
de coordinación en los servicios pertinentes ha conducido a que un
sector de la población lectora. doblemente cívica por tanto. se viese
impedida urbanísticamente en el desempeño de su nobilísima afición. Nada resulta menos deseable que tamaños dislates. ciertamente
ajenos a las propias autoridades militares y presurniblemente de
origen espeso y municipal. puedan favorecer la imagen, en realidad
deformada. de unas Fuerzas Amadas y unas fuerzas de la cultura
que se estorban. en lugar de cederse el paso las unas a las otras y, las
otras a las unas.
