Fernando Rey, Premio de Interpretación del Festival de Cannes

La Palma de Oro, gran premio del Festival Internacional de Cine de Cannes, fue otorgada al filme italiano Padre Padrone, de Paolo y Vittorio Taviani, realizadores con una amplia filmografía en su haber, en la que el nexo común podría ser una visión crítica del presente y del pasado desde una perspectiva marxista.Fernando Rey alcanzó el Premio de Interpretación masculina por su trabajo en Elisa, vida mía de Carlos Saura. Se da la circunstancia de que otro actor español. José Luis Gómez, obtuvo el mismo premio el año pasado por su labor en Pascual Duarte, de Ricardo Franco. Con ello, el festival cinematográfico más importante del mundo parece querer respaldar de manera extraordinaria la calidad interpretativa de nuestros actores, infravalorados con frecuencia en su propio país, tanto a nivel de público como de la propia Administración.

El premio de interpretación femenina fue otorgado conjuntamente a la norteamericana Shelley Duvall y a la canadiense Monique Mercure.

La película The duelist, del británico Rldley Scott, recibió el premio del jurado a la opera prima, y Di Cavalcanti, del realizador brasileño Glauber Rocha, obtuvo el premio especial del jurado.

Carlos,Saura, realizador de Elisa, vida mía, escribía en EL PAÍS del 20 de febrero de 1977: «Hacía tiempo que quería trabajar con Fernando Rey y, por unas razones o por otras, hasta Elisa... había sido imposible. Al escribir el papel de Luis pensé en él, pero después empezó a entrarme miedo de que Fernando hiciera otra vez el papel de hidalgo español que tan maravillosamente había interpretado en Tristana... ; reconozco ahora que mis dudas eran infundadas y me di cuenta de ello en cuanto hablé con él sobre la película. Me di cuenta de que mi personaje inventado tenía mucho que ver con él, que todo iba a ser muy fácil. Y su compenetración con Geraldine, que me preocupaba en un principio, fue total, y eso creo que se nota en el filme.»

«Hay actores con los que uno repetiría una y otra vez, en mi caso no son muchos, pero esos estarían siempre en mis películas; de ellos es ya sin duda Fernando Rey.»

Padre Padrone, de los hermanos Taviani, alcanzó también el premio de la crítica internacional, con lo que consigue el raro récord del doble reconocimiento: el oficial y el de los especialistas.

Quizás el primer dato relativamente sorprendente de los premios del festival sea la escasa cosecha recogida por los omnipotentes realizadores norteamericanos. Robert Altinan y sus Tres mujeres partían como uno de los favoritos para la Palma de Oro -en posesión ya del realizador por su Mash-, pero sólo alcanza ron un premio de interpretación femenina, exaequo. Carlos Saura y su Elisa, vida mía. eran también favoritos a la codiciada Palma, único premio que le queda por obtener al director español en Cannes, y Claude Goretta, realizador suizo que concurría al certamen con La dentelliere, tuvo que conformarse con un premio menor: el ecuménico.

Esa enorme feria de vanidades y plusvalías que es Cannes se prepara ya para su próxima edición. En la presente existe un dato absolutamente objetivo y constatable: el cine europeo y dentro de él aquel que demuestra su rigor y coherencia de enfoque, acaparó los premios más importantes en todas sus facetas.

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