Madrid, treinta teatros

Con la inauguración del teatro Príncipe o del Príncipe, en la calle de Tres Cruces, de Madrid, la capital cuenta con treinta locales en funcionamiento. La cifra parece considerable. No debe ser interpretada de forma triunfal porque, naturalmente, la riqueza cuantitativa tiene poco que ver con el fondo del problema: la aspiración cualitativa. Pero tampoco debe menospreciarse su significado. Treinta teatros -y abiertos con el duro régimen de las dos funciones diarias- representan, sin duda, una vocación y una respuesta al interés ciudadano.El teatro Príncipe, nacido básicamente del esfuerzo, casi la testarudez, de Carmen Troitiño, discreta, apasionada, fanática del teatro, es un hermoso local construido por el arquitecto Enrique López Izquierdo. Es casi un teatro romano. Semicircular, muy abierto y de directa y absoluta comunicación entre la sala y el espacio escénico. Es muy funcional. Acústica y visibilidad son excelentes, la decoración es serena y la calidad técnica de los equipos de luz y sonido parece muy alta. Puede que el espacio escénico esté corto de hombros - laterales interiores- y bajo de alturas. Pero en cualquier caso constituye un desafío a directores y decoradores. Enhorabuena a la empresa, a la ciudad y, a las gentes del teatro.

La verdad es que la crisis, de que tanto se habla, es más social que teatral, aunque la expresión dramática cumpla, una y otra vez, su deber de reflejarla. Precisamente la Sociedad de Autores acaba de hacer pública su memoria anual, de muy curiosa lectura: 112 comedias originales estrenadas el pasado año; once comedias musicales; veintitrés traducciones, diecinueve refundiciones, catorce revistas; diez obras de teatro infantil; dos óperas; 40.318 representaciones a cargo del teatro profesional; 6.968 funciones de aficionados; una asistencia de público con ligera tendencia al aumento. No estaría mal si esas estadísticas no dieran la enorme concentración madrileña que dan. La descentralización es necesaria. Mientras llega, felicitemos a la empresa del Príncipe. Ha inaugurado muy bien. Todo el teatro necesita, como siempre, suerte y atención.