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España y el espejismo de la democracia

Hace cuarenta años que España tuvo sus últimas elecciones libres, dos de cada tres españoles que ahora viven no habían nacido en aquella época. El primer ministro, Suárez, que se encontrará el viernes con el presidente Carter, tenía tres años. Así una nueva experiencia espera al país el 15 de junio marcando el fin de una etapa, de transición de la dictadura, diecisiete meses después de la muerte del Generalísimo Franco. Paso a paso y con estallidos ocasionales de violencia, las instituciones del régimen autoritario han ido derogándose constitucionalmente.El proceso, sin embargo, no es irrreversible. Una ayuda y estímulo sería necesario por parte de Carter para completar la asistencia de la Comunidad Europea.

( ... ) La elección de un Parlamento bicameral con el poder de redactar una nueva Constitución no asegurará la democracia. El brazo que destruyó la República española en 1930 y mantuvo a Franco en el poder por cuatro décadas, todavía existe, por ejemplo la policía. El brazo político de Franco, el Movimiento Nacional está inactivo, pero no destruido. La autorización de sindicatos libres no ha eliminado los sindicatos controlados por el Gobierno. Los grandes propietarios, los intereses financieros, la jerarquía de la Iglesia y el Opus Dei que apoyaron el régimen de Franco conservan una gran influencia política y económica. Todos lo han pasado mal durante esta etapa de transición, y la legalización del Partido Comunista fue la píldora más amarga. El ministro de Marina ha dimitido por esta razón y otros oficiales han sido trasladados. Una rebelión militar fue evitada por muy poco.Así las próximas elecciones pueden ser críticas. Los sondeos sugieren que un bloque neofranquista de partidos de extrema derecha, dirigidos por siete antiguos ministros de Franco, puede llegar al 20 o el 30% del voto, todas las corrientes socialistas un 15 o un 20% y los comunistas de un 6 a un 10%. Suárez acepta dirigir él mismo un centro dividido y débil - 125 partidos están autorizados a participar- para intentar formar un fuerte blo que del centro, pero está bajo una fuerte presión del Ejército para que permanezca neutral en las elecciones.

(...) Los beneficios de la democracia deben ser tangibles, no meramente ideológicos. Naturalmente, las pautas establecidas por los demócratas fuera de España -y particularmente por Carter- pueden continuar a tener un efecto significativo en este proceso.

28 abril

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