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Optimismo en el diálogo entre Estados Unidos y la CEE

La situación económica internacional, los problemas de balanzas de pagos, la preparación de la reunión del comité interino del Fondo Monetario Internacional, el diálogo Norte-Sur, los asuntos comerciales y la energía fueron los capítulos abordados entre europeos y estadounidenses en el curso de clásico encuentro semestral entre USA y la CEE, celebrado esta semana en Bruselas.

Ambas partes consideraron que «es necesario luchar contra las tendencias proteccionistas y evitar todo tipo de medidas en tal sentido», según declaró Wilhem Haferkamp, vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de las relaciones exteriores de la CEE. Se felicitó de las últimas decisiones norteamericanas, que prueban la buena voluntad de la Administración Carter de luchar contra el. proteccionismo.Al llegar al punto concreto de problemas USA/CEE, a nivel de productos, las buenas palabras quedaron de lado. Se entró en la polémica a propósito de los intercambios en el sector de acero. La crisis siderúrgica europea se debe, en parte, al freno de las importaciones en Estados Unidos (aceros especiales, en particular) y al aumento de las ventas de acero norteamericano en el Mercado Común.

En el diálogo Norte-Sur, destinado a una nueva estrategia mundial en materia de relaciones entre países industrializados y países en vías e desarrollo Bruselas y, Washington parecen más cerca de una postura común que en la época de Henry Kissinger. Las incógnitas no se despejarán, sin embargo, hasta la cumbre de países occidentales industrializados, del 7 y 8 de mayo, en Londres.

En energía, Guido Brunner, miembro de la Comisión Europea, responsable de la política energética de la CEE, se felicitó de la buena voluntad, de Estados Unidos, que podrían renovar sus envíos de uranio enriquecido a Europa. «En mi opinión es un asunto que quedará resuelto dentro de unas semanas», declaró Brunner.

Es evidente que el clima USA/CEE es mejor que durante la anterior Administración Ford. Lo cual no quiere decir que se eliminen los roces. Menos aún, cuando el déficit comercial de la CEE con Estados Unidos fue de 7.300 millones de dólares en 1976, contra 2.000 millones de dólares en 1970.

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