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Crítica:CINE/"ASIGNATURA PENDIENTE"
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

En busca de un tiempo perdido

El tiempo perdido que Juan y Elena intentan recuperar no es sólo el del primer amor, sino el de la adolescencia. Todo amor viene a ser a la vez alegre y doloroso; alegre cuando se vive; melancólico, como todo lo que a la juventud atañe, si se contempla desde el umbral de los años maduros, bajo el prisma del sentido común o la carga vacía de antiguas ilusiones.El principal acierto de este filme es haber sabido poner de manifiesto no sólo tal desencanto, sino las causas que lo motivaron, explicar cómo una generación, navegando en un vacío ni querido, ni creado por ella, vino a pagar, con un suspenso general, los vidrios rotos de una situación ganada por unos, perdida por otros y que para muchos aún no parece superada todavía.

Asignatura pendiente

Dirección: José Luis Garci. Argumento, guión y diálogos: José María González Sindey José Luis Garci. Fotografía: Manuel Rojas. Intérpretes: José Sacristán, Fiorella Faltoyano, Antonio Gamero, Silvia Tortosa, Héctor Alterio, Simón Andréu. España. 1976. Comedia dramática. Local de estreno: Carlos III y Princesa

El curso de la vida de Juan y Elena y de muchos otros que les precedieron o vinieron tras ellos, aún aparece hoy con la rémora de multitud de asignaturas en blanco que cada día afloran a la prensa actual y que bien pudieran llamarse libertad, cultura o simple dignidad, encuadradas todas en un amplio apartado, por aprobar también, titulado democracia.

Plantear una propuesta tal al público español de nuestros días, aturdido, cauto, desconfiado y, en cierto modo, aburrido ante tanta soflama política, solicitado, empujado cada día hacia soluciones más o menos vagas, cuando no radicales, y hacerlo en tono de humor, con el arma de la inteligencia o la sonrisa, es empeño que, de por sí, justificaría la importancia de esta película. Mas si, por otra parte, a ello se añade un tacto especial, vivo y sincero, en las relaciones personales a nivel de cama y fuera de ella, tal importancia se evidencia fundamental en el conjunto del cine español actual, por encima de cualquier tipo de consideraciones.

Entre tanto filme de erotismo sexy cateto, cuando no de declarada pornografía, este amor furtivo de Elena y Juan aparece tal como debió ser, y su carga política llega hasta donde debe llegar diáfanamente, sin claves, al amparo de un humor que a todos alcanza, a través de una realidad en la que todos, por encima de cualquier edad, nos reconocemos.

Esta asignatura, aprobada con amplio margen por José Luis Garci, aparece como un filme distinto, una película lograda muy sabiamente armonizando fórmulas clásicas de comedia, con hallazgos personales de un estilo actual y moderno.

Si se buscaba hacer un cine popular, aquí está, si se quería conseguir una historia sobre el amor perdido y recuperado demasiado tarde, aquí la tenemos; si se intentaba hacer un filme apuntando al incierto porvenir de este país nuestro, aquí aparece también, simbolizando en esa pareja anónima que, al final, se nos queda frente a frente, en su refugio de amor deshecho.

Todo esto no hubiera sido posible sin un guión a la medida, en el que los diálogos estallan acres o divertidos, tremendos o simpáticos y, sobre todo, sin la magnífica interpretación de José Sacristán., hoy por hoy, y en su estilo, nuestro actor más completo. Del humor a la melancolía, de la risa al drama, su verdad arrastra al espectador desde la primera secuencia. Junto a él, Fiorella Faltoyano compone una pareja excelente a la que el director ha sabido sacar partido máximo, como Manuel Rojas a su acertada fotografía.

Un montaje moderno y eficaz redondea este relato, en el que José Luis Garci, sin los consabidos exégetas de turno, sin curarse en salud con la censura para luego pactar con ella, viene a dar una lección de cine joven de verdad, popular y exigente, quizás por aquello de que quien sabe puede, incluso en el abstruso mundo de las actuales pantallas españolas.

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