Ceaucescu condiciona la emigración rumana hacia Occidente
En Rumania se ha vuelto a empezar a hablar sobre el derecho de emigración hacia Occidente, especialmente en lo que toca a la pobláción rumana de origen alemán.Tras una intervención del presidente Ceaucescu ante los órganos dirigentes de su país, la pasada semana en los sectores ideológicos, e incluso en la prensa, se ha vuelto a plantear el problema de si la emigración es o no un derecho de la persona a la luz de la carta de Helsinki. Para Ceaucescu este derecho debe ir condicionado al progreso del país en su conjunto, y en proporción con las necesidades del Estado socialista. Ceaucescu afirma también que la reunificación familiar, fenómeno que sí contempla la Carta de Helsinki, se ha cumplido por parte de Rumania hace ya tiempo. Ya no quedan en el país quienes alegan este derecho, en su solicitud de un visado para trasladarse a Occidente.
De la misma opinión participa la Organización de los Alemanes Rumanos. Su presidente estima que, desde que comenzó el traslado de afiliados a Alemania Federal, se ha empobrecido notablemente la vida cultural de esta institución, cuyo principal cometido es, el de conservar las formas de vida tradicionales dentro de un país latino y multinacional.
La postura oficial no significa una mayor resistencia de las autoridades en la concesión de visados. Durante el año pasado abandoniron el país 3.500 personas de origen alemán, en medio de una población germánica de 400.000, que equivale al 2 % de la población total de Rumania.
Esta nación es, con todo, la que registra un menor índice emigratorio debido a que fue la primera que concedió visados para facilitar traslados a Occidente.
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