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Los terroristas musulmanes de Washington mantienen a sus rehenes

Treinta horas después de que un grupo de terroristas negros, pertenecientes a la secta musulmana Hanafi, ocupara tres edificios de la capital federal y tomara como rehenes a aproximadamente 130 personas, la tensa situación continuaba estacionaria. Un muerto y por lo menos diez heridos era hasta el momento el balance de víctimas de la triple acción terrorista. Y mientras la policía mantenía un estrecho cerco en torno a cada uno de los tres edificios ocupados, parecía haberse iniciado un lento proceso de negociación entre las autoridades y los activistas.

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La secta "Hanafi"

Poco a poco, en diversas conversaciones telefónicas con la policía y varios periodistas, los Hanafí presentaron su lista de peticiones: la entrega de seis convictos de asesinato, que cumplen condena perpetua como culpables de un múltiple crimen cometido en 1973 contra siete miembros de la secta Hanafi; la entrega de los asesinos del líder religioso musulmán Malcolm X; la retirada inmediata de todos los cines del país de la película «Mahoma, profeta de Dios», que consideran sacrílega y la devolución de los 750 dólares (más de 50.000 pesetas), con que fue multado hace dos años el jefe de los terroristas.Este, que dirige el grupo de pistoleros que ocupó el edificio de la liga judía B'nai B'rith, se identificó a sí mismo como Khalifa Hamaas Abdul Khaalis, de 55 años, fundador y líder de la secta Hanafi, que se autoproclama ortodoxa de la fe islámica y que desde hace años es radical enemiga de la secta de la «nación del Islam», conocida comúnmente como «musulmanes negros».

Demandas satisfechas

Las primeras medidas de las autoridades fueron cumplir las demandas menos graves de los terroristas. Así, la película Mahoma, el profeta de Dios, que se estrenaba el miércoles en Estados Unidos, fue retirada de cartel, e incluso se interrumpió su proyección, ya ¡niciada, en algunas salas de Nueva York y se retiraron carteleras y anuncios en los periódicos. La acusación de «sacrilegio» contra la película, que costó dieciséis millones de dólares y fue financiada en parte por el dirigente libio El Gadaffi, se debe a que, según la religión islámica, no se puede representar, ni en dibujos ni estatuas, la figura del profeta. El filme fue prohibido en todos los países árabes, a excepción de Libia.

Las autoridades se apresuraron también a enviar a Khaalis los 750 dólares que reclamaba. Al frente de las operaciones, en las que intervienen tres cuerpos policíacos distintos de Washington, así como la FBI, está el alcalde de la ciudad, Walter Washington, que pudo ser liberado, por la policía, tras pasar varias horas atrincherado en despacho, con una barricada en la puerta, después de que un. grupo de los terroristas efectuara varios disparos en su asalto del District Building, el edificio sede del Ayuntamiento de la capital federal.

En este asalto, el más violento de los tres, murió el periodista de raza negra Maurice Williams, que recibió un tiro en el pecho. Williams, de veintidós años de edad, trabajaba para una emisora de radio local y se encontraba en el edificio del Ayuntamiento realizando su cotidiano trabajo de informar de temas municipales.

El enorme despliegue policíaco, alrededor de los tres edificios ocupados por los terroristas, dio a la ciudad un ambiente de terror y de estado de sitio, con coches patrullas atravesados en las calles y docenas de tiradores especiales, armados con rifles de mira telescópica, apostados en los tejados y esquinas, o parapetados tras los automóviles.

Un grupo pequeño

Pese al tiempo transcurrido desde que se realizaran los asaltos, los datos sobre el número total de rehenes y el de terroristas siguen siendo, confusos. Las últimas informaciones indicaban anoche que los Hanafi no llegan a diez. Cinco de ellos habrían tomado la sede de la Liga Judía, donde retendrían a unos 120 rehenes. Otros dos activistas habrían tomado el Ayuntamiento. de Washington y tendrían allí entre ocho y doce rehenes, y otros dos serían los que ocuparon el Centro Nacional Islámico y tomado entre doce y quince rehenes.

Los terroristas, según la policía, están armados con rifles de largo alcance, revólveres y machetes. Algunas personas que viven cerca de la casa donde los Hanafi de Washington tienen su sede, declararon que siempre había alguno de ellos :haciendo guardia, armado en la puerta y era frecuente verles por la ventana entrenándose en manejo del machete.

Algunos diplomáticos de países árabes, que no fueron identificados por las autoridades, están intentando desde hace horas iniciar una mediación con los terroristas. Khaalis dijo por teléfono que, efectivamente, había hablado con tres embajadores extranjeros. Uno de éstos, según algunas informaciones, sería el de Pakistán y otro, muy probablemente, el de Irán, que aunque no es un país árabe, sí es de religión musulmana.

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