Renuncia el presidente de la Bienal de Venecia
El embajador soviético en Italia, señor Nikita Ryjov, ha protestado duramente ante el Gobierno italiano porque la Bienal de Venecía se proponía dedicar este año sus programas culturales a los disidentes de Europa oriental.Inmediatamente, Ripa de Meana, presidente de la Bienal, un organismo autónomo subvencionado por el Estado, dimitió de su cargo, enviando una carta al vicepresidente, el alcalde de Venecia, Mario Rigo.
En ella cuenta detalladamente lo ocurrido: altos funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano le convocaron días pasados para informarle que el embajador soviético, por «explícita y formal iniciativa», solicitaba la intervención del Gobierno italiano para anular el programa preparado, so pena del retiro de la Bienal de la Unión Soviética y de todos los países del Este.
Nota del embajador soviético
El embajador soviético explicó ayer en una nota difundida por la agencia Ansa que si la Bienal quiere ser un instrumento útil para acercar a los pueblos no tiene que «meterse en los asuntos internos de los demás países».El percance diplomático ha suscitado ya una polémica de primera página en la opinión italiana. El Ministerio de Relaciones Exteriores ha precisado que su función se limita, pura y simplemente, a transmitir una protesta, «sin interferir en la libertad de acción y decisión del consejo de ádministración de la Bienal». Los socialistas se han solidarizado inmediatamente con Ripa de Meana, lamentando que «la concepción que se tiene de libertad de expresión en la URSS sea tan atrasada». El paso del embajador soviético no da prestigio a la URSS. «¿Soberanía limitada también para Italia?», se pregunta el diario La Stampa, de Turín. Una vez creado el caso diplomático, se pide ahora al Parlamento italiano que apruebe en seguida las leyes necesarias para financiar la Bienal. Otro motivo serio de la dimisión de Ripa de Meana habría sido la lentitud con que cuatro comisiones parlamentarias están estudiando tres proyectos de ley de financiación, cuando prácticamente estamos ya en vísperas de la inauguración de la Bienal. Se pide también al Gobierno Andreotti que en lugar de trasformarse en notario de la protesta soviética, adopte una posición clara y terminante, si no quiere pasar de ser un Gobierno de abstenciones a Gobierno de un país con «soberanía limitada».
Igualdad de trato
El asunto se convertirá con seguridad en affaire político. En los medios diplomáticos de Roma se hace notar que cuando la Bienal se dedicó a Chile y a la España antifranquista en ediciones anteriores, el Gobierno italiano se mostró sordo a las protestas oficiales de Chile y España. Lógicamente debería adoptar igual actitud ante la protesta soviética.
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