Varios testigos presenciaron el asesinato del arzobispo de Uganda
El arzobispo anglicano de Uganda y dos ministros ugandeses murieron asesinados y no víctimas de un accidente de tráfico, aseguró ayer una organización de la Iglesia Evangélica alemana. Según una nota facilitada por el secretario del Movimiento de Evangelización Africano, varios testigos presenciaron en la calle el asesinato del clérigo y de los dos ministros.
La información de la Iglesia Evangélica alemana contradice la versión oficial de los hechos, donde se aseguraba que los tres murieron a consecuencia de un accidente de automóvil. Ayer, las autoridades de Uganda facilitaron un informe forense sobre estas muertes. Radio Uganda ha informado que el hospital de Mulago ha anunciado que el arzobispo Janani Luwum murió a consecuencia de las graves heridas de hígado y pulmón, que se le reventaron en el accidente.
El ministro Erinayo murió al sufrir fractura de cráneo y derrame interno. Tenía el pecho totalmente aplastado.
El ministro del Interior, Charles Aboth-Ofumbi, murió de derrame: craneal interno. También tenía fracturado el antebrazo izquierdo.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, hizo ayer una declaración por intermedio del portavoz oficial de la ONU, lamentando los sucesos de Uganda y pidiendo el esclarecimiento de la sospechosa muerte de las tres personalidades acusadas de conspirar contra el presidente Idi Amin.
Mientras tanto, en Londres, la condena británica al régimen de Idi Amin tomó ayer forma diplomática, cuando el Foreign Office dio a entender una declaración oficial en la que recoge la idignación del Gobierno de Londres ante la noticia de las muertes del arzobispo Luwum y de dos ministros ugandeses. El Gobierno de Londres «piensa que Uganda acertaría si acepta una investigación imparcial y completa sobre este caso».
El deseo británico de que se inicie una investigación independiente e internacional sobre lo que realmente ocurrió no le ha sido comunicado oficialmente al Gobierno de Kampala, porque desde el pasado otoño Londres no mantiene relaciones diplomáticas con Idi Amin. Fueron rotas en julio de 1976, cuando Amin no supo dar explicaciones suficientes sobre lo que le había pasado a una súbdita angloisraelí, la señora Dora Bloch, al parecer asesinada en Kampala después del famoso rescate israelí del aeropuerto de Entebbe.
A pesar de la ruptura diplomática, Amin tiene derecho, como jefe del Gobierno de un país de la Commonwealth, a participar en la reunión plenaria que las 35 ex colonias británicas celebrarán en Londres el mes de junio próximo. Hasta ahora no ha habido ninguna resolución por la que se aconseje a Amin que no venga a Londres con ese motivo, aunque ya se ha iniciado una campaña para presionar al Gobierno británico para que le haga llegar a Amin este mensaje.
Los restos mortales del arzobispo Luwum no han sido entregados todavía a la Iglesia por parte de las tropas de Uganda, aunque los funerales están programados en principio para el domingo, informa la agencia Efe desde Nairobi.
El arzobispo de Kenia, reverendo Festus O'Lamg, y el obispo de la ciudad keniata de Maseno, Henry Okullu, tienen previsto desplazarse por vía aérea a Uganda para presidir los funerales, a los que se espera acudan millares de personas.
El diario de Nairobi Daily Nation afirma en su edición de ayer que el obispo y los dos ministros fueron «asesinados a sangre fría» por agentes de seguridad ugandeses.
El comité ejecutivo del Consejo Mundial de las Iglesias ha condenado el «inhumano comportamiento de los responsables de los asesinatos del arzobispo Luwum y los dos ministros».
Este pidió una investigación urgente en «el reino de terror» creado por Amin.
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