"El didactismo es la muerte del cine político"
Entrevista con la escritora y realizadora Marguerite Duras
La escritora y cineasta Marguerite Duras asistió el pasado lunes a la inauguración del ciclo que la Filmoetca Nacional dedica a la realizadora francesa, que incluirá en esta semana y en un futuropróximo toda su filmografía: La Música (1965), Détruire dit-elle (1970), Jaune le soleil (1971), Nathalie Granger (1972), La femme da Gange (1973), India Song (1975), Son nom de Venise dans Calcuna Désert (1975) y Vera Baxter (1976).
De origen indochino (Giadinh, 1914), Marguerite Duras realiza estudios de matemáticas, derecho y ciencias políticas en la Universidad de París. Es autora de relatos y novelas, entre las que figuran La vida tranquila, Dique contra el Pacífico, El square, Moderato cantabile y La tarde del señor A ndesmas, así como guiones cinematográficos (Hiroshima mon amour) y obras dramáticas. Algunas de sus obras literarias han pasado al cine.«En todas mis obras, tanto las literarias como las cinematog ráficas, existe una interaccióin Como obra aislada puedo señalar Vera Baxter. Cine y literatura es lo mismo, sólo cambia la lectura. Las viejas diferencias se han acabado. En mi última película, Le camion, hago una puesta en escena o realización de la misma palabra, de tal forma que se evita el sicologismo y la narratiVIL.social balzaniana.»Duras señala diferentes etapas en su obra cinematográfica: «Hay un período de fascinación absoluta que comprende India Song, Son nom de Venisse... y La Jemme du Gange. Estas películas me permiten hacer cine al sentirme libre de mí misma. Empiezo a hacer un cine diferente, no figurativo, un cine político, aunque no hago películas directamente políticas. El filme político ha sido destruido por la práctica del filme político. Cuando dicen que una película es política la gente huye; a mí me ocurre lo mismo. El cine llamado político es para mí el más pobre, el más siniestro, es como el comercial. »
Considera que «la muerte del cine político es el didactismo». «Para mí no hay diferencia entre larecepción de la política y la imagen. Ante un hecho político cualquiera, por ejemplo, un asesinato, lo único que pido es información, no lo que tengo que pensar y las razones del crimen. No acepto que me lo den todo resuelto. En el cine comercial el espectador recibe todo digerido. Normalmente se utiliza al espectador en un 20%; yo trato de que el espectador dé el 80% de sí mismo. En India Song pongo la historia por sí misma, la pelícu a está hecha.a base de una historia que se recuerda con dificultad; lo mismo ocurie con Hiroshima monamour. Hay historiadores que admiten la no existencia de razones ante lagunas históricas y se atreven a decir que no saben lo que ocurrió. Esos huecos históricos son más beneficiosos que llenarlos de seudohipótesis.»
Búsqueda paralela
Marguerite Duras no se identifica con la corriente del nouveau roman francés que surge a partir de los años sesenta, donde también otros autores, como Alain RobbeGrillet, simultanean la literatura y el cine. «Hay una búsqueda paralela. No pertenezco a esa corriente, aunque quieren incluirme en ella. Cuando escribí Moderato cantabile dijeron que era el primer nouveau roman. La gente me asocia con Robbe-Grillet, aunque mi cine no tiene nada que ver con el suyo.»En cuanto a las lecturas que realizan la literatura y el cine, Duras opina que la educación del público de cine está más avanzada. «El hecho de ver se entiende más que la lectura literaria. No hay educación de lectura, la escuela acaba cuando los niños empiezan a leer, por eso existe ahora un segundo grado de analfabetismo, en Europa y en todo el mundo. Antes los pueblos tenían una mayor riqueza de lenguaje hablado. La educación pública obligatoria sólo sirve para que los gobiernos tengan-buena conciencia, pero no consiguen nada. Ahora hay más niños de siete u ocho años que son capaces de leer las películas, quizá como consecuencia de la televisión. Parece sencillo leer una película en un montaje, pero si olvidas la educación filinica es muy complejo. »
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.