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Veinte objetores de conciencia se encadenan en la plaza de España

Un grupo de objetores de conciencia -una veintena- se manifestaron ayer en la madrileña plaza de España, encadenándose entre sí y a las farolas, como protesta por las nuevas normas que regulan su servicio militar. Como se recordará en un reciente decreto de la Presidencia del Gobierno las personas que por motivos religiosos no estén dispuestas a realizar el servicio militar pueden sustituirlo por un servicio «cívico» de tres años de duración. Los objetores han querido mostrar con su actitud su desacuerdo con el nuevo texto legal, que consideran un «pequeño avance» pero no el ideal de sus aspiraciones.La postura de los objetores que ayer explicaron en las abundantes pancartas que portaban los manifestantes, es que el decreto no reconoce el derecho a la objeción de conciencia, ni regula la existencia de auténticos servicios civiles como alternativas al servicio militar. Argumentan que el decreto discrimina «limitando las motivaciones de los jóvenes que podrían acogerse a dicha ley». Dicen también que es una ley militar ya que actúa mediante concesión de prórrogas «por buena conducta» y que supone un «castigo», de hecho, dado el tiempo -de duración -tres años- muy superior a las legislaciones de otros países, añaden que es ambiguo, porque no considera ni las condiciones ni régimen que se seguirá en caso de guerra o de paz. Tras rechazarlo, los objetores de conciencia proponen el «Estatuto» que, a través de Justicia y Paz, los objetores hicieron llegar al Gobierno el pasado día 17 de noviembre. Piden también la liberación de Escariz Magariños, de Jesús Fernández y de los demás detenidos en prisiones militares por declararse objetores cuando cumplían el servicio militar.

Los dieciocho objetores que ayer se encadenaron iban provistos de carteles en los que podía leerse: «Si no se respeta mi conciencia prefiero estar preso», «Prórrogas, no; estatuto sí»; «Pasar a la reserva es quedar militarizado; no se reconoce la objeción», «Quiero que se respete mi conciencia, independientemente de la religión», «La conciencia no es negociable», y otras.

Tras media hora de encadenamiento, fuerzas de orden público procedieron a desencadenar a los objetores y en grupos de cuatro fueron conducidos a la Comisaría de La Latina. Los objetores -alrededor todos de los veinte años- han prestado declaración y después fueron conducidos al juzgado de guardia.

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