Sociedad mixta Ayuntamiento-Ministerio Vivienda

Durante los dos plenos celebrados ayer en el Ayuntamiento madrileño se aprobó el presupuesto ordinario para 1977, y el de Gerencia Municipal de Urbanismo. Por otra parte se aprobaron también temas tan importantes como el plan parcial del Pozo del Tío Raimundo, plan que ha sido elaborado por los vecinos en colaboración con la Gerencia Municipal de Urbanismo y la creación de una sociedad mixta integrada por el Ministerio de la Vivienda y el Ayuntamiento.

Otro de los puntos importantes aprobados ayer fue la creación de una sociedad mixta integrada por el Ayuntamiento y el Ministerio de la Vivienda para la promoción de viviendas de protección oficial.En este punto hubo varias intervenciones, todas favorables al proyecto, en las que se planteó cuál sería el papel de esta nueva sociedad junto al Patronato Municipal de la Vivienda. El señor De Arespacochaga explicó que la sociedad mixta no guardaba ninguna relación con el Patronato ni con otros organismos.

Finalmente en el capítulo de ruegos y preguntas, el señor Huete planteó al alcalde la necesidad de que las bases de los estatutos de la ley de Régimen Local no se prorrogaran un año más, tal y como aparecía ayer en el BOE, ya que esta medida perjudicaba a los contratados. El señor De Arespacochaga aseguró que el Ayuntamiento solicitará al Gobierno la derogación del decreto para que no demore la situación de los contratados. El señor González Velayos hizo un ruego en relación con la forma en que el Ayuntamiento adjudica las obras. Aseguró que la forma óptima era considerar el costo del proyecto más un máximo o un mínimo, mientras que la subasta era la culpable de que hubiera tantos «San Blases y Orcasitas en España». En caso de que para el Plan de Acondicionamiento de Barriadas se siga con el sistema de subastas, el señor González Velayos anunció que se saldría de la comisión.

Para finalizar con este capítulo, el señor San Juan solicitó al alcalde que éste se dirija a las autoridades eclesiásticas españolas para que renuncien a los privilegios extraordinarios sobre exenciones municipales, por suponer que una parte del pueblo madrileño puede no participar de las creencias católicas.