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Carter tranquiliza a los hombres de negocios norteamericanos

La adopción de una serie de medidas económicas contra la inflación y el desempleo será una de las primeras acciones de gobierno del presidente electo, Jimmy Carter, y el cumplimiento de las promesas hechas durante su campaña electoral costará al tesoro norteamericano, según las primeras estimaciones, veinte mil millones de dólares en el presente año fiscal. Durante su estancia en la Blair Elouse, residencia oficial de los jefes de Estado extranjeros en Washington, a sólo unos metros de la Casa Blanca, Carter se entrevistó con varios de sus asesores económicos y recibió a representantes de quince grandes corporaciones industriales, con los que discutió las medidas más eficaces para reactivar la economía y reducir el paro.

Con ligeras variaciones, los diagnósticos han coincidido en calificar de preocupante la actual situación económica y en recomendar una importante reducción fiscal, que sirva como estímulo de la demanda, y un programa de inversiones gubernamentales para crear nuevos puestos de trabajo.Los ejecutivos de las grandes empresas, como la General Motors, la Ford, la Du Pont y la Occidental Petroleum Corp., aconsejaron al presidente electo una reducción de impuestos, que costará al fisco quince mil millones de dólares en el presente año fiscal, que finaliza en septiembre. para devolver a los consumidores el poder adquisitivo perdido, a causa de la inflación.

La segunda medida aconsejada por los financieros al nuevo presidente fue la aprobación de un programa federal de creación de nuevos puestos de trabajo, destinados especialmente a los jóvenes, que costará otros cinco mil millones de dólares.

El recién nombrado director de la Oficina de Presupuesto Federal de la futura Administración demócrata, Thomas Bert Lance, manifestó que coincidía, en líneas generales, con las propuestas de los ejecutivos de las grandes corporaciones, pero advirtió que el déficit del presupuesto federal, que es actualmente de 61.000 millones de dólares se vería incrementado en quince o veinte mil millones más, lo que haría difícil el cumplimiento de la promesa de Carter de equilibrar el presupuesto para 1980.Los hombres de negocios que se entrevistaron con Carter parecían satisfechos de los puntos de vista mantenidos por el presidente electo. Un ejecutivo de la compañía química Du Pont definió estos puntos de vista como «sólidos, desde la perspectiva del mundo financiero».

La desconfianza que en un momento pudo detectarse hacia el entonces candidato demócrata en los medios empresariales, parece haber desaparecido tras las entrevistas mantenidas por altos ejecutivos con Jimmy Carter en las últimas semanas.

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