Más mujeres
Vaya, ya han vuelto a dar el espectáculo las nacionales. Esperaban a Robert Redford, como anuncié aquí, pero se le ha adelantado Sandokán y lo querían matar a besos en El Corte Inglés.Pues tampoco es para tanto, machas, que el día que almorcé con Sandokán y su novia, ésta me dijo a través de la intérprete:
-Es usted el único escritor guapo que he conocido.
Yo le dije que para guapo, Miguel Pérez-Ferrero, que estaba también en la comida, y que es un dandy. Por la noche, Pitita daba una cena en su casa a Sandokán, y me invito, pero no fui, que ya está bien de Sandokán, que para amor exótico ya tengo a Nadiuska. Me llama María Cuadra para decirme que sus hijas fueron a ver a Sandokán en la firma de libros y se quedaron con las ganas, por la cosa del tumulto. También me dice María, cambiando de tema:
-Lo que no ha contado ningún periódico, en la huelga de maestros, es que todos los niños estaban con los maestros.
Las progres, las liberadas y las emancipadas se manifestaron en la glorieta de Quevedo, y con razón, contra el machismo nacional, pero don Francisco de Quevedo, gran misógino, las miraba con ironía desde la estatua. Así no hay manera. Me llaman de una revista roja y underground para que escriba en contra del referéndum y me llaman de una agencia de publicidad para que escriba a favor del referéndum. No he podido satisfacer a unos ni a otros, por compromisos posteriormente contraídos. Quiero ser el Sandokán de la manigua política nacional. Lo que pasa es que no tengo los ojos verdes, como el chorvo.
Manuel Vicent me llama para hablar de la ciudad moderna en su galería de arte, nos aplazan un coloquio, sobre cultura democrática en un colegio mayor (yo pienso que toda la cultura es democrática), y me citan para una rueda de prensa sobre el referéndum. Y con todo este metesaca político, ¿a qué hora ligo yo? Porque Sandokán mata su tigre y luego le queda todo el día libre para seducir señoritas. Pero yo mato mi tigre ultra en el artículo de por la mañana, y me obligan a seguir matando tigres todo el día. Habiendo la demanda que hay de amor por parte del mujerío. Ahora que se ha ido Sandokán nos toca a los ligones de cafetería. En lo de Pi de la Serra, que fue la otra noche, cantamos mucho, pero ligamos poco. A ver si ganamos el referéndum y puede uno dedicarse a las tareas de ingle, porque a Sandokán y a mí es que se nos acumula el trabajo, con las jais.
Quiero decir que la represión social, sexual y mental de la mujer española ha sido tanta, durante cuarenta años y pico de siglos, que ahora estalla con ocasión de Sandokán, de Robert Redford o de cualquiera: «Quiero tener un hijo tuyo», le gritaban a Sandokán. Sin pararse a pensar que por un hijo de Sandokán no pagan puntos. Se presenta un libro de adiós a la democracia orgánica, se hacen subastas progres frente a las subastas burguesas de Serrano, se debate en Madrid la situación social de la mujer en Cataluña, se organizan coloquios en colegios mayores femeninos, se anuncia un homenaje a Aranguren y se programan nuevas publicaciones eróticas. Frente a los movimiento feministas, que cada día son más coherentes y eficaces, estos referendums espontáneos y vaginales en favor de Sandokán o del último galán mundial que pasa por Madrid como un ángel sexual, yo diría que, en el fondo, unas y otras quieren lo mismo: liberarse. Sólo que las progres lo hacen por la vía organizativa, corporativa y decente, mientras que las otras -la mayoría- lo hacen por la vía irracional y gesticulante. Días antes que Sandokán, había firmado Fraga en los mismos almacenes:
-¡Ahí viene la salvación de la Patria! - gritó una señora ya entradita.
Y Fraga no tiene los ojos verdes ni mata tigres, a no ser tigres de papel, o sea periódicos.
Quiere decirse que el histerismo femenino, no tanto biológico como engrendrado por la represión, está ahí a punto de estallar por cualquier cosa. Las computadoras y las estadísticas dan una abrumadora mayoría de síes femeninos en el referéndum. Me lo dijo doña Victoria Kent en los felices treinta, ladeándose la boina de moda:
-No hay que dar el voto a la española, porque es como dárselo a su director espiritual. .
Como Suárez es guapo (sin ser Sandokán) tiene ganado el referéndum.
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