"Sensibilidad del Gobierno hacia las peculiaridades regionales"

El ministro de la Gobernación, Rodolfo Martín Villa, presidió el domingo en Vitoria, junto con el titular de la Diputación Foral de Alava, señor Lejarreta Allende, la sesión de otoño de las Juntas Generales, a las que se dio cuenta de la aprobación por parte del Gobierno del nuevo concierto económico que regulará las relaciones de la provincia con el Estado hasta el año 2.001.

El señor Martín Villa señaló la sensibilidad del actual Gobierno hacia las peculiaridades regionales y manifestó que el concierto económico recién aprobado se ajusta a los siguientes principios: territorialidad, personalidad, subordinación de la política fiscal alavesa al interés general de la nación y eliminación del fraude fiscal.«Como principal novedad del nuevo concierto -añadió-, que en modo alguno supone privilegio o ventaja en detrimento de la soberanía fiscal del Estado, se prevé la revisión anual de la cifra global concertada, mediante la aplicación automática de un aumento en la misma proporción en que crezcan los ingresos del Estado.».

El ministro cerró su discurso con las siguientes palabras: «Dada la aleccionadora experiencia de estas Juntas, resulta aconsejable plantearse la posibilidad de su restablecimiento, con las adaptaciones pertinentes, a otras provincias que singularmente tienen también instituciones peculiares y tradicionales, por la importancia que estas instituciones tienen en su desarrollo armónico y equilibrado.»

La alusión del señor Martín Villa pudo estar referida a la propuesta elevada por la comisión que estudió el régimen administrativo especial para Vizcaya y Guipúzcoa, en cuyas conclusiones se pide el restablecimiento de las Juntas Generales, eje del antiguo sistema foral y máximo organismo legislativo y ejecutivo de la provincia. De todas formas, estas Juntas Generales tuvieron unas atribuciones reales que las alavesas han perdido, convirtiéndose en elemento poco menos que decorativo en la Administración provincial.

Versión aguada

Las reivindicaciones autonómicas que se plantean hoy en el País Vasco pasan por la creación de unas Juntas Generales con capacidad decisoria por encima de las diputaciones. No ocurre así en el caso de Alava, cuyas Juntas Generales se reúnen dos veces por año para escuchar, la memoria de la Diputación y para que algunas hermandades eleven sus demandas de inversiones públicas.Las Juntas Generales supervivientes de Alava y su propio concierto económico no son sino la aguada versión de los viejos fueros, borrados unilateralmente hace cien años. En este sentido, el propio presidente de la Diputación alavesa reconoció que el concierto económico «no agota nuestras aspiraciones, provenientes de nuestros antiguos fueros», aunque señaló a continuación que «constituye una parte importante de nuestra heredada autonomía y cada renovación supone un hito de nuestra historia.»

En palabras del señor Lejarreta, el concierto firmado ahora para los próximos veinticinco años, es el más amplio de los conseguidos hasta la fecha, sometiendo a la soberanía fiscal de la provincia conceptos que antes correspondían al Estado. «Puede decirse -añadió- que el concierto abarca todos los impuestos si se exceptúan las rentas de aduanas y los monopolios fiscales.»